Ecologistas en Acción ha denunciado hoy que Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura se han lanzado a la reintroducción «kamikaze» del lince ibérico sin enfrentar los problemas que hacen peligrar la especie, como son los lazos, los atropellos y la desprotección.
En un comunicado de prensa, los ecologistas han señalado que van a pedir al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y a la Unión Europea que abandonen su postura «complaciente» en el control del uso de los fondos que se dedican al lince y que adopte «una actitud exigente» de cara a que no se rebaje el nivel de protección de la especie y sus hábitats.
Asimismo, instan a que se pongan en práctica medidas concretas que eliminen las malas prácticas en la gestión cinegética y reduzcan los atropellos de lince.
Los ecologistas han asegurado que reintroducir el lince sin actuar sobre los problemas que ponen la especie en peligro es «una fórmula abocada al fracaso y el despilfarro».
Y han apostillado que Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía «se lanzan a un programa, con fondos europeos y mucha publicidad, para liberar ejemplares, pero no hacen los deberes para garantizar su supervivencia».
El inicio de las sueltas de linces en las provincias de Ciudad Real y Badajoz, las ya realizadas en Andalucía y las previstas en otras zonas como los Montes de Toledo o Cáceres van acompañadas con profusión de medios publicitarios que anuncian el previsible éxito de dichas introducciones y el compromiso con la especie.
Los ecologistas consideran que, después de años en los que se ha dado la espalda al lince, en especial fuera de Andalucía, y de consentir que se extinguiera en zonas de presencia estable reciente como eran los Montes de Toledo, el norte de Cáceres o el norte de Sierra Morena, «ahora se invierten ingentes fondos a través del proyecto Life Iberlince sin haber cumplido las premisas que deben guiar toda reintroducción».
Por ello, insisten en que «es requisito previo eliminar o, al menos, controlar los factores que han llevado a declarar el peligro de extinción el lince ibérico».
También deben incrementarse las medidas de protección antes de iniciar la reintroducción de una especie, como lo especifican la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y la Estrategia Nacional para la Recuperación del Lince Ibérico.
Además han apuntado que las comunidades autónomas, como principales responsables de la gestión de la especie, «no han puesto límites y controles a las situaciones que impactan sobre el lince».
Y así, «en Andalucía se han disparado los atropellos, en Castilla-La Mancha los sistemas de control de predadores han extinguido una población que oficialmente se cifraba en 15 ejemplares en 2008 y, en Extremadura, ha bastado unas semanas desde la liberación de los primeros linces para ver cómo uno moría envenenado».