Ecologistas en Acción ha presentado alegaciones contra la revisión del plan de recuperación del lince ibérico de la Consejería de Agricultura, porque considera que está hecho «a la medida del lobby cinegético», y ha acusado al Gobierno regional de emplear fondos que servirán para «desproteger» al lince.
La Consejería de Agricultura abrió en agosto el periodo de información pública sobre los borradores para revisar los planes de recuperación del lince ibérico, el águila imperial ibérica y el águila perdicera, además del plan de conservación del buitre negro y la declaración de zonas sensibles para el águila perdicera.
En un comunicado de prensa, Ecologistas en Acción ha explicado que la revisión del plan de recuperación del lince ibérico reduce las áreas de protección y abre «la mano al control de predadores, los vallados y los cotos intensivos en zonas críticas para la especie».
Esta organización no está «nada» satisfecha con el texto propuesto por la Consejería, ya que «ha hecho caso omiso» a lo propuso en el Consejo Asesor de Medio Ambiente, según ha indicado.
En la nota, el colectivo naturalista asegura que el texto presentado elimina o modifica «sustancialmente a la baja» las principales medidas de protección de la especie y de sus hábitats que estaban en vigor hasta ahora.
En cuanto a la zonificación, se descatalogan como zonas críticas cerca de 100.000 hectáreas de hábitats típicos del lince, como Sierra Morena Central, la Sierra de Picón, el curso medio del valle del Guadiana o los montes y sierras de Los Yébenes en los Montes de Toledo.
Se excluyen de la zonificación áreas importantes para la futura recuperación del felino como los Montes de Toledo occidentales y los valles del Tiétar y del Alberche.
Asimismo, el nuevo texto elimina la prohibición vigente en las zonas críticas de instalar cotos intensivos y nuevos vallados cinegéticos, algo que daña los hábitats y al conejo, que es la principal especie presa del lince.
También insisten en que el plan concentra los esfuerzos en las pequeñas zonas de reintroducción pero deja desprotegidas y desatendidas zonas donde hay linces o donde potencialmente puede y debe haberlos en el futuro.
Estos cambios, asegura Ecologistas en Acción, coinciden «casi al pie de la letra, y sospechosamente, con las demandas de Aproca y Atica, que defienden a ciertas grandes fincas de caza cuyos titulares o gestores se han mostrado siempre renuentes a cualquier medida de conservación que favorezca al lince».
Los ecologistas lamentan que, además, este nuevo plan sale a la luz a partir de un programa financiado por la Unión Europea con 1,6 millones de euros sobre un presupuesto total de 3,7 millones de euros.
Además de las alegaciones, los ecologistas estudian acciones legales y administrativas contra lo que han calificado como «un despropósito pagado con dinero de todos los europeos».