Ecologistas en Acción ha pedido que se eliminen los lazos y otros métodos de control de predadores, prácticas consentidas y promovidas por la Consejería de Agricultura, que están esquilmando a muchos carnívoros, entre ellos, el lince ibérico.
Esta organización ha realizado esta petición después de que hace unos días se tuviera conocimiento de la muerte en un lazo de Kairós en un coto de caza en Torre de Juan Abad (Ciudad Real), que es, han dicho, «la tercera muerte reciente de lince ibérico que se produce en Castilla-La Mancha a causa de prácticas relacionadas con el control de predadores».
Han recordado que primero fue Grazalema, que murió en una caja-trampa, hace pocas semanas murió Kenitra, abatido de un disparo en la cabeza durante una cacería de zorros y, ahora, Kairós, estrangulado en un lazo.
Para Ecologistas en Acción no son hechos casuales, sino, «consecuencia de un modelo y de una política cinegética lastrada por prejuicios contra los depredadores a los que se persigue sistemáticamente sin reparar en el daño que se produce a las especies protegidas y por extensión a los ecosistemas».
En este contexto, han indicado, «suenan a vacías las voces que piden perseguir las ilegalidades mientras por una parte no existen los mínimos medios de vigilancia exigibles y, por otra, se confía en medios legales que son tan dañinos o más que los ilegales».
Ecologistas en Acción ha lamentado la muerte de los linces, porque «son animales valiosos y necesarios para los ecosistemas», así como «la muerte silenciosa de decenas de miles de ejemplares de fauna que se masacran en los cotos de caza y el daño que ello produce a al medio natural y a los espacios naturales».
Por ello, Ecologistas en Acción ha exigido a la Junta de Castilla-La Mancha y a los agentes sociales y económicos involucrados en la gestión de la caza, especialmente a los que impulsan el proyecto Iberlince, que de una vez «se prohíba el uso de métodos de control de depredadores y se doten los medios adecuados para la vigilancia de los cotos de caza».