El grupo Ecologistas en Acción de Guadalajara estudia denunciar el encierro por el campo de Iriepal (Guadalajara) porque «puso en grave riesgo la seguridad de personas y bienes ajenos al encierro», según ha explicado el responsable de Defensa Animal del grupo, Javier Ballesteros.
Según Ballesteros, en este encierro, celebrado el pasado sábado y en el que un toro a punto estuvo de acceder a la autovía A-2, se incumplió el Reglamento Taurino de Castilla-La Mancha de forma «muy grave» lo que podría acarrear una sanción entre 30.000 y 600.000 euros y la suspensión del espectáculo dos años.
«Estamos estudiando si hay requisitos suficientes, que creemos que sí, para tomar medidas legales, y si es así llegaremos hasta el final», ha asegurado.
El grupo ecologista ha anunciado que pedirá el Plan de Encierro del festejo de Iriepal, en el que se recogen las medidas que ha de tomar la organización en caso de que se produzcan situaciones anormales, porque se demostró «totalmente inútil».
Para Ballesteros los encierros por el campo «no son seguros» y ha añadido el ejemplo del encierro de Romancos (Guadalajara) en el que un toro, además de coger a un participante, saltó la valla que delimitaba el encierro demostrando «lo inseguros y temerarios que son estos festejos».
En un comunicado, Ecologistas en Acción de Guadalajara ha pedido que se ponga fin a los encierros por el campo por ser «imposibles de controlar y altamente inseguros» para los asistentes y personas ajenas al mismo, cuando toros fuera de control invaden carreteras o escapan durante días.
«Nos preguntamos si hace falta una masacre o un accidente múltiple para que se ponga fin a esta barbarie e irresponsabilidad», concluye la organización ecologista.