«Castilla-La Mancha ha dado un paso trascendente para afrontar la recuperación de una especie declarada en peligro de extinción y para saldar con ello una deuda pendiente con una de las especies más emblemáticas de la región», según reza un comunicado de Ecologistas en Acción; se refieren a la aprobación por parte del Consejo de Gobierno del Decreto por el que se aprueba el plan de recuperación del águila perdicera (Aquila fasciata) y se declaran zonas sensibles las áreas críticas para la supervivencia de esta especie en Castilla-La Mancha.
Según el colectivo ecologista, este plan ha sido insistentemente demandado debido al declive y las amenazas que cercan a esta especie en Castilla-La Mancha y a que, a pesar de estar declarada en peligro de extinción desde 1998, no disponía de un instrumento básico para afrontar su recuperación.
Siempre según Ecologistas en Acción, el último censo publicado cifra la población de águila perdicera de
Castilla-La Mancha en apenas 85 parejas reproductoras, el 11 por 100 del total nacional, distribuidas por provincias de la siguiente manera, Albacete, 22, Ciudad Real, 23, Cuenca, 16, Guadalajara, 14 y Toledo, 10.
«Hoy la perdicera tiene un población mucho menor que las otras dos grandes águilas presentes en nuestros cielos. El águila imperial ibérica se ha recuperado tras la puesta en práctica del plan de recuperación y presenta un censo superior a las 150 parejas y el águila real dispone de una población relativamente estable de entre 250 y 300 parejas. Esto sitúa al águila perdicera a la cabeza de las grandes rapaces más amenazadas de Castilla-La Mancha«, sostienen.
YA HABÍA UN PLAN, INTERRUMPIDO POR «MOTIVOS INEXPLICABLES»
«El plan que ve ahora la luz ha tenido un largo proceso de aprobación interrumpido en numerosas ocasiones por motivos inexplicables», arguyen. Informan al respecto de que el primer borrador del plan data de 2006 y ni siquiera se cumplió con el compromiso de aprobarlo durante el desarrollo del proyecto Life Priorimancha (2009-2012), lo que dio lugar a una llamada de atención de la Comisión Europea.
Para los ecologistas, «ahora lo que toca es afrontar una importante tarea de aplicación del plan pues el águila perdicera sufre una altísima mortalidad provocada por los tendidos eléctricos y la caza ilegal, a la par que innumerables daños y molestias en su hábitat limitan su capacidad reproductiva.
En el mapa del águila perdicera aparece especialmente en rojo la situación en la provincia de Toledo, «donde a duras penas solo cinco parejas consiguen completar su ciclo reproductor en los últimos años y donde las bajas de aves son incesantes», subrayan.
Por lo anterior, Ecologistas en Acción urge ahora a la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural y poner los medios para que el plan se aplique «con la máxima urgencia», concluyen.