Sólo el 21,3 por 100 de los jóvenes menores de 30 años de Castilla-La Mancha consigue emanciparse, porcentaje similar a la media española, y la mayoría permanece en casa de sus padres, fundamentalmente, por su «frágil» situación laboral y las «duras» condiciones para acceder a una vivienda.
Lo asegura el Consejo de la Juventud de España en el informe del Observatorio de la Emancipación correspondiente al cuarto trimestre de 2014, que pone de manifiesto que el nivel adquisitivo de los jóvenes asalariados de la comunidad es inferior a la media de España y el nivel adquisitivo de un hogar joven es el más bajo registrado.
De hecho, los datos de exclusión social en 2013 eran «alarmantes», recoge el informe, pues el 31,7 por 100 de la población joven asalariada se encontraba bajo el umbral de la pobreza en la región.
No obstante, apunta que la permeabilidad del mercado inmobiliario de la comunidad está favoreciendo el acceso a la vivienda para la población joven.
Los jóvenes de menos de 30 años de Castilla-La Mancha se caracterizan por un nivel formativo inferior al de la media de España, pues el 48,8 por 100 tiene estudios secundarios obligatorios o inferiores.
Pese a ello, el porcentaje de personas con bajo nivel de estudios que sigue formándose es superior al reflejado en la media de comunidades.
En el cuarto trimestre de 2014, el 38,2 por 100 de la población de entre 16 y 29 años que no cursa estudios ha logrado la emancipación residencial y tan sólo el 6,5 por 100 de las personas jóvenes que continúa formándose se han establecido en un hogar independiente al de origen.
Así, los colectivos que presentan tasas de emancipación superior a la media de la comunidad son las personas jóvenes con estudios primarios o sin estudios (el 29,6 por 100) y las personas con estudios superiores (el 24 por 100).
Por otra parte, según los datos provisionales de 2014 sobre movimientos migratorios entre autonomías, Castilla-La Mancha es la tercera comunidad que más población joven ha perdido como consecuencia de los flujos migratorios con otras regiones de España.
En 2014, fueron más los jóvenes de 16 a 34 años que emigraron hacia otras regiones de España, que los que decidieron establecerse en Castilla-La Mancha.
Así, Castilla-La Mancha ha pasado de ser receptora de población joven en 2008 a tener una pérdida de población joven «constante y cada vez más acentuada».
En el tercer trimestre de 2014, la población menor de 30 años ocupada de Castilla-La Mancha presenta el segundo porcentaje más bajo de España de ocupación a tiempo parcial y una estabilidad laboral en los empleos mayor que el resto de comunidades, medida en un mayor tiempo de permanencia en la empresa actual.
Sin embargo, la eventualidad laboral entre las personas ocupadas de 16 a 24 años es mayor que en la media de España y el 65 por 100 de las personas ocupadas de este tramo de edad lleva menos de un año en la empresa actual y el tiempo medio de permanencia en la empresa de este colectivo ha descendido significativamente en el último año.