«En Levante no son conscientes de que el agua se agota», comentaba a Encastillalamancha Francisco Pérez, alcalde de Sacedón, uno de los 22 municipios ribereños afectados por el trasvase Tajo-Segura. El alcalde lo tiene claro, la situación es «insostenible» y, de seguir así, «en tres o cuatro meses no vamos a tener agua que trasvasar».
En el pueblo guadalajareño de Sacedón están muy cabreados. Lo dice su alcalde, Francisco Pérez, quien matiza que el enfado es con el «trasvase y su gestión». En el pueblo no miran si el agua va al norte, al sur, al este o al oeste… Eso sí, consideran que la manera actuar en estos momentos es «insostenible» y las consecuencias van a ir a más si no se toman medidas.
Los pueblos ribereños de los embalses de Entrepeñas y Buendía han dado la voz de alarma, el agua embalsada es cada vez menor y, si se sigue trasvasando hacia el Levante, se va a agotar.
El problema actual «es compartido» entre estos municipios y el Levante, pero «no son conscientes de que se agota y de que en tres o cuatro meses no vamos a tener agua que trasvasar«, puntualizaba Francisco Pérez, quien junto al resto de alcaldes afectados expondrán la situación a la consejera de Fomento, Elena de la Cruz, mañana 5 de agosto.
El alcalde recordaba las cifras de agua embalsada. En 2011 los embalses estaban al 75 por 100 y en 2015 el porcentaje está por debajo del 17 por 100 y «el agua se la llevan igual», denuncia el alcalde, quien señala que la ley actualmente permite esta actuación, sin tener en cuenta la situación real de los pueblos ribereños.
Pérez aseguraba que, como la norma española no cumple con la directiva europea en materia de agua, no descartan incluso acudir a Europa.