El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha valorado que el Gobierno haya aprobado el decreto por el que se suspenden los desahucios para las familias más desfavorecidas más durante dos años, pues al menos puede paliar los efectos «más sangrantes» del problema.
Rodríguez, en una rueda de prensa, ha subrayado la preocupación de la Conferencia Episcopal por un asunto que «no sólo produce un dolor muy grande», sino que de algún modo puede «desestabilizar la vida corriente».
El arzobispo ha indicado que, pese a la falta de acuerdo con el PSOE, si el decreto del Gobierno «puede paliar al menos los efectos más dolorosos, más graves y más sangrantes, pues bendito sea Dios».
«Porque creo que se está utilizando una ley de 1909 y, aunque no llueve mucho, algo sí ha llovido», ha concluido.