El aventurero toledano David Leria, cuyo una de las mayores machadas fue la culminación con éxito de la travesía de Toledo a India en moto, repartiendo además sonrisas a los más pequeños, se propone ahora hacer la travesía del Tajo en kayak, 1.000 kilómetros en 49 días. Leria quiere además dotar a su travesía de un carácter reivindicativo, haciendo un alegato por la limpieza del Tajo.
Pero Leria se queja amargamente de la gran cantidad de obstáculos que le ponen las autoridades en forma de permisos, seis, uno por cada parte de la travesía, cuando antes no eran necesarios. Cuenta que el acceso es especialmente difícil en el Parque de Montfragüe; también hay peros en el embalse de Castrejón, en Toledo, por la nidificación de las aves.
El descenso del Tajo arranca en Peralejo de las Truchas y termina en Lisboa.
David Leria imparte una conferencia este miércoles 30 en Cobisa (Toledo), para dar a conocer sus aventuras, el mismo Leria cuyo gran sueño permanece intacto hasta que su reciente paternidad le permita llevarlo a cabo: Toledo-Ciudad del Cabo, aventura que se presenta bajo dos caras, a elegir: la «burocrática», que pasa por Egipto, Sudán, Kenia y Tanzania, y «la Kalashnikov», más arriesgada, la que discurre por Marruecos, Mauritania, Mali, Senegal y Burkina Faso.
Conociéndole, en cuanto pueda se pone manos a la obra con las dos aventuras.