Día de sol reluciente, como manda la tradición, para el Corpus de Toledo, que ha transcurrido por las calles de la Ciudad Imperial ante la atenta mirada de varias decenas de miles de toledanos y visitantes que decidieron no seguir por televisión la proclamación de Felipe VI.
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En el año Greco, que ha convertido a Toledo en el epicentro cultural de España a bordo de la exposición «El griego de Toledo» y otros acontecimientos culturales, el Corpus relució como siempre. No siquiera la proclamación de Felipe VI le restó visitantes, aunque sí mermó la presencia institucional. Pero el casco histórico de la ciudad registraba un llenazo de bandera, dado que la coincidencia de festivo en Madrid ha permitido la llegada de miles de habitantes de la comunidad vecina.
EL presidente de las Cortes, Vicente Tirado; el alcalde, Emiliano García-Page, que decidió quedarse en Toledo; el delegado del Gobierno, Jesús Labrador, y los consejeros Arturo Romaní y Leandro Esteban, eran los personales principales del tramo político del cortejo procesional, dado que la presidenta de CLM, María Dolores de Cospedal, asistía a la proclamación de Felipe VI. Por la misma razón tampoco procesionó el presidente de la Diputación de Toledo, Arturo-García Tizón, que es diputado y presidente de la Comisión Constitucional del Congreso.
La procesión transcurrió sin incidentes y con la solemnidad de siempre, presidida por el arzobispo de Toledo y primado de España, Braulio Rodríguez, inmediatamente detrás de la Custodia de Arfe. La joya de la catedral toledana sigue siendo la más aplaudida del recorrido, especialmente a su llegada a la plaza de Zocodover. Le siguen en el fervor de los toledanos las Fuerzas y Cuperos de Seguridad del Estado, tanto Policía como Guardia Civil y Ejército, representado por la Academina de Infantería que hay en la capital de Castilla-La Mancha.