domingo, 8 de septiembre de 2024
gracias a Yuzz, CISE y Santander Universidades 05/12/2015junio 7th, 2017

La empresa de Albacete Gökotta Studio, dedicada al desarrollo de videojuegos y proyectos gamificados para empresas, fue una de las ganadoras del concurso Yuzz, que dirige y coordina el Centro Internacional Santander Emprendimiento (CISE) y patrocinado por Santander Universidades, lo que le permitió viajar a Silicon Valley, la meca de la innovación mundial, del 29 de octubre al 4 de noviembre.

Al llegar a Silicon Valley se sintió como un extraño. «La mentalidad que tienen es la de, si te equivocas, y te vas a equivocar, intenta hacerlo rápido y recupérate muy pronto para empezar otro proyecto. Algo que aquí en España no se ve; aquí si montas una empresa, tienes que luchar por sacarla adelante y se ve como un fracaso el hecho de que no hayas podido lograrlo. Allí te dicen que, si de verdad tienes las cosas claras, un buen equipo y una idea buena; tienes que seguir luchando que, al final, va a salir». Ésta es una de las principales conclusiones que Luis Collado Rodríguez de Guzmán, de Gökotta Studio, sacó nada más llegar a San Francisco, pero no fue la única.


Tuvo la oportunidad de comer con algunos de los altos cargos de Facebook, de hablar con gente «muy interesante» de Google, de pasar una tarde entera con altos directivos de Linkedin… «Hemos tenido la oportunidad de estar con gente que es muy difícil ver porque tiene las agendas apretadísimas». Además, eran los directivos de estas grandes empresas los que se interesaban por el proyecto como el de Luis y, ya de paso, les daban más de un consejo.

EL CONSEJO ESTRELLA, LANZA VERSIONES BÁSICAS DEL PRODUCTO

Luis destacaba el principal consejo que le dieron, el de no esperar demasiado a poner un producto a la venta. «Nos decían: Si tienes una idea, pero no tienes los recursos para ponerla en marcha, saca una versión básica de ese producto y enseñalo a un grupo grande de personas para que puedan ver de esa idea qué funciona y qué no». Así «evitas dedicarle recursos y tiempo a una idea que puede que, cuando salga al mercado, no resulte como esperabas; y consigues mejorar el producto a través de la participación de los usuarios».

SALIR DE MARCHA Y HACER CONTACTOS PROFESIONALES CON GOOGLE

Silicon Valley es otro mundo. Es el mundo donde la gente sale de fiesta para hacer networking, es decir, hacer contactos profesionales. Luis tuvo la oportunidad de conocer en una discoteca, con música de fiesta de fondo y las copas en la mano, a un par de ingenieros de Google, entre otros. De hecho, Luis no descarta realizar en un futuro alguna colaboración con esta gran compañía porque «estamos usando una tecnología en la que ellos colaboran», eso sí, insiste, «sería a largo plazo», pero el contacto ya lo tiene.

Viajar a la meca de la innovación mundial le sirvió para mantener una charla con uno de los CEO de Ludei, Iker Jamardo, que además es español y que lo dejó todo por montar en San Francisco una empresa que se dedica a algo muy parecido a lo que hace Gökotta Studio, y a través del que descubrió que «lo que estamos haciendo es el futuro, porque allí cada vez hay más clientes interesados en trabajar en esto» e, incluso, dejó caer la posibilidad de colaborar en un futuro con ellos, lo que sería «un puntazo».

UN ENTORNO DIFERENTE, UN PARQUE TEMÁTICO DEL TRABAJO

Luis reconoce que ha aprendido mucho de su viaje, aunque sin duda le sorprendió que «extraños» se acercasen a él en una fiesta de Halloween para preguntarle por su empresa y, además, lo hacían «súper emocionados» porque les gustaría aplicarlo allí.

Un ambiente distinto, donde se dan todas las posibilidades que se puedan pensar para que el trabajador se sienta como en su propia casa. Luis destacaba especialmente Google, que incluso ponía al servicio de sus empleados una lavandería para que mientras se lava la ropa puedan seguir trabajando. Al final, allí que no trabajan por horas sino por objetivos, la gente «está tan cómoda que trabajan incluso más horas». Incluso, un aliciente más, Facebook ha creado un taller de muebles para que los empleados, en sus horas libres, puedan hacerse sus propios muebles «con profesores que les explican cómo trabajar la madera y ciertos materiales». Sin duda, una buena manera de «desestresar al empleado y que no piensen que están trabajando».

Si tiene la oportunidad, el año que viene repetirá encantado la experiencia.

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