Antes su apretada agenda política como alcalde de Toledo le impedía disfrutar de las vacaciones con tiempo, ahora las puede planificar muy bien y vivirlas intensamente. Es el excalcalde José Manuel Molina quien recuerda perfectamente un verano que le dejó grandes recuerdos. «Tenía 13 cuando mi padre me llevó desde Socuéllamos a la Feria de Albacete y después a Alicante, a ver por primera vez el mar», recuerda con nostalgia.
Dice que a pesar del tiempo que ha pasado recuerda perfectamente aquel caluroso viaje en coche, sin aire acondicionado pero cargado de ilusión. Un camino que su padre hacía al anochecer, a través de aquellas carreteras que atravesaban los montes de la zona.
«Recuerdo la impresión que me produjo ver el mar, algo que se ha mantenido con el paso de los años y que he querido inculcar a mis hijos». Desde aquel instante quedó enamorado de la costa y siempre que puede se va a la playa para descansar con toda su familia, en la península o en las Islas Baleares.
De aquel verano también recuerda el bullicio de la gente en la Feria de Albacete. «Fíjate lo importante que es hoy esta feria y ya en aquella época estaba consolidada», comenta.
Para sus vacaciones veraniegas intenta alternar destinos. Oviedo, Santander y Andalucía son otros de los puntos en los que José Manuel Molina se siente bien para desconectar.
EL PINCHAZO DE LA RUEDA
«Hace unos años estuvimos en Covadonga; nos gusta mucho el norte porque el clima es más suave y nos permite visitar monumentos y dedicar más tiempo a visitas culturales», confiesa. También le agrada disfrutar de la naturaleza junto a sus hijos: Lucía, Pilar, Laura y José Manuel.
Como anécdota especial, toda la familia recuerda con gracia el viaje al Monasterio de Piedra en Zaragoza. Cuando regresaban a Toledo se detuvieron a la altura de Mocejón por el pinchazo de una rueda. El alcalde realizó el cambio pertinente bajo la divertida mirada de su esposa e hijas que no dudaron en hacerle una instantánea entre risas. Un trabajo que le costó bastante ya que tuvieron que sacar del maletero todo el equipaje de la familia.
RECUERDO ESPECIAL AL VIAJE A ROMA
Cuando se pone a hablar de sus viajes privados siente especial cariño por uno realizado a Roma. En concreto, destaca una Audiencia General del Papa, Juan Pablo II en el año 1999. Fue con motivo del vigésimo aniversario de su boda con Pilar Moraleda.
«El párroco de Santo Tomé nos consiguió las bendiciones del Papa con motivo de nuestra boda y teníamos mucha ilusión en regresar a los 20 años de casados. Fue en el año 1999 y guardamos las fotografías con mucho cariño», señala.
Durante aquel viaje a Italia, que duró menos de una semana, el alcalde, su esposa y sus cuatro hijos pasaron cuatro días descubriendo las bellezas de Roma. Un viaje cargado de emotividad que con el tiempo perdura en la memoria.
De su época al frente del Ayuntamiento de Toledo recuerda una ocasión que, con las maletas hechas, se quedó sin poder viajar. Estaba a punto de salir de viaje cuando le avisaron de la llegada de Rabid Gandhi, hijo de Indira Gandhi. No había otra autoridad en Toledo y le tocó deshacer las maletas y atender a Rabid Gandhi, lo que mereció la pena porque fue una «visita muy impactante».
VIAJES EN FAMILIA Y PLANIFICADOS
Después de dejar la política, en el año 2007, José Manuel Molina ha contado con más tiempo para planificar más y mejor sus vacaciones.
Hasta entonces una seña común en todos sus veranos era regresar a Toledo antes del 15 de agosto, festividad de la Virgen del Sagrario, porque le gustaba inaugurar la feria. De esta fecha también destaca el acto del botijo, tan tradicional en la ciudad.
Después de dejar la política, el viaje que «nos encantó a toda la familia» fue el que realizaron hace tres años, concretamente a Puerto Rico. La construcción colonial, sus playas «espectaculares» y los «impresionantes» parques nacionales impactaron gratamente a Molina.
Al exalcalde de Toledo le gusta que en las vacaciones puedan combinar tanto el descanso como conocer la cultura de otros países. Puerto Rico le impactó muchísimo.
El próximo destino será Costa Rica. «El año que viene seguramente iremos», comentaba Molina a Encastillalamancha.
Viajar, pero «toda la familia» porque, después de haber pasado tantos años dedicado a la política y sin poder disfrutar de sus hijos y de su mujer, ahora es el momento. A ellos se suma también su nieta, Cecilia.
En vacaciones aprovecha para leer, porque «me gusta estar informado»; «tener conversaciones en familia» y practicar deporte.
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