domingo, 24 de noviembre de 2024
16/02/2013junio 13th, 2017

Esta es la historia de una despedida. La de Jaro, un galgo que ha calado hondo entre los cuidadores de Apadat Toledo, la Asociación Protectora de Animales de Toledo que le ha devuelto a la vida cuando estaba más cerca de «la otra».

A finales de 2012, este galgo abandonado vagaba como alma en pena, como tantos otros, componiendo una escena por desgracia habitual en las ciudades y los campos españoles.


Deambulaba en las cercanías de Toledo, a la altura del Cerro de los Palos, por la carretera de Argés, cuando un coche se lo llevó por delante tras un choque frontal contra el animal, a resultas de lo cual sufrió rotura en la vértebra L-3 que le inmovilizó las patas traseras y le inutilizó el aparato reproductor, lo que le produce además incontinencia.

El golpe, al ser frontal, hizo que su cuerpo se arrugase como un acordeón tras la contusión frontal, lo que además le provocó un traumatismo craneoencefálico y hemorragias internas. Ahora necesita todo tipo de cuidados. Tiene que llevar pañales, un fajín y empapadoras. Recibe curas, limpiezas y medicamentos diarios. Camina a bordo de un carrito.

Volviendo al momento del accidente, el conductor ni se paró, se dio a la fuga, «como ocurre tantas veces», se lamenta Tamara de Prado, de Apadat. Tampoco paró ninguno de los coches que lo sorteaban, ya que estaba tirado en mitad de la carretera. Jaro, a pesar de su estado, intentaba levantarse.

Por suerte para él, su ángel de la guarda, Nacho, lo vio y llamó a una voluntaria de la protectora, que se hizo cargo del animal cuando los responsables de la perrera, que ya habían acudido al lugar del siniestro, ya habían decidido sacrificarlo.

Desd entonces Jaro ha sido cuidado por los voluntarios de Apadat. El sábado 16 de febrero tiene una fiesta de despedida en el Parque las Tres Culturas de Toledo ya que un matrimonio holandés lo ha adoptado. Se lo llevarán para su país a principios de la próxima semana. Será el 17º perro que adopten. «Por allá tienen una cultura de buen trato a los animales que ya nos gustaría que hubiera en España», vuelve a lamentarse Tamara.

En la fiesta, y en torno a un stand y a partir de las 11 horas, hay concursos, talleres, sorteos, una degustación megana (vegetarianismo extremo), un gymkana… todo para despedir como se merece a Jaro, todo un ejemplo de superación personal.

El ejemplo de Jaro (y de Apadat) ha merecido la atención del programa televisivo «Redes», del científico Eduardo Punset, en su edición del domingo 17.

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