Ponerse al volante de un turismo es un gesto diario para muchos ciudadanos y sin embargo, un objetivo que parecía inalcanzable para quienes se mueven en una silla de ruedas, aunque gracias a las innovaciones tecnológicas ya es posible.
Y todo, por un diseño novedoso que permite que una persona que se mueve en silla de ruedas pueda subirse a un coche y conducirlo, sin tener que dejar la silla de ruedas en ningún momento, tal y como explica a Efe Joaquín Romero, de la empresa Efamoa, distribuidor oficial para España de este tipo de vehículos y que lo ha dado a conocer entre los pacientes del Hospital Nacional de Parapléjicos, en Toledo.
Una de las principales particularidades de este turismo, fabricado por la marca Peugeot, es precisamente ésta, que puede ser conducido directamente desde la silla de ruedas y ofrece una total autonomía, lo que permite que estas personas puedan trasladarse en su coche a cualquier lugar sin precisar ayuda.
Para lograr esta autonomía, se realizan varias modificaciones en el coche, la primera de ellas en la parte de atrás, donde se instala una puerta que al abrirse deja totalmente despejada la parte trasera y además, mediante un sistema de amortiguaciones, se baja el coche y despliega una plataforma que permite que la silla de ruedas pueda subir al coche sin obstáculos y salvando todas las distancias entre la rampa y el suelo.
Un mando a distancia permite que el coche realice estas operaciones.
Una vez dentro, los asientos traseros están recogidos en los laterales, lo que permite que la silla pueda avanzar dentro del coche, hasta llegar al puesto de conducción, que está habilitado para una ser dirigido desde una silla de ruedas.
De hecho, al llegar la silla de ruedas al lugar de la conducción, un sistema de anclajes eléctrico amarra la silla al interior del vehículo para que quede totalmente inmovilizada.
A partir de ahí, freno, acelerador, freno de mano e incluso palanca de cambios -en caso de que el conductor no opte por un coche de cambio de marchas automático- está al alcance de la mano del conductor.
Otra de las peculiaridades de este turismo es que el copiloto también puede ser un usuario de silla de ruedas, pues este espacio también ha quedado liberado para ofrecer esta opción.
Romero Gómez afirma que el funcionamiento de este vehículo es «como el de un coche normal» y está pensado para que pueda ser conducido por una persona en silla de ruedas, aunque también por alguien sin problemas de movilidad -ya que permite instalar el asiento-, y con los asientos traseros también habilitados, por si es una familia quien utiliza el coche.
Para el director del Hospital Nacional de Parapléjicos, Francisco Marí, que los pacientes puedan volver a conducir supone «la finalización del tratamiento», pues ha destacado que el objetivo de este centro sanitario, que es de referencia nacional en su ámbito, es que los internos puedan conseguir su máxima independencia.
«El vehículo forma parte de aquellos instrumentos que la gente puede emplear para conseguir tener una vida lo más autónoma posible», ha incidido Marí.
Aunque también el vehículo es causa de ingresos en el Hospital Nacional de Parapléjicos y, si bien en los últimos años ha descendido el número de accidentes de tráfico, aún son el motivo del 19 por ciento de los ingresos.
En cualquier caso, Marí ha indicado que el hospital tiene un firmado un convenio con una autoescuela que, de manera gratuita, ofrece la formación a los pacientes para que puedan sacarse el carné de conducir, «un estímulo» para que los ingresados «vean que hay vida más allá del hospital y que el paciente sea lo más independiente posible».
«Todo lo relacionado con las actividades de la vida diaria es lo que complementa la parte clínica y en este hospital entendemos que es tan importante es una parte como la otra», ha destacado Marí.
La integración de la persona con movilidad reducida en su entorno habitual es una de las finalidades de los tratamientos del hospital y volver a conducir puede ser un elemento clave en ese trabajo de recuperación de su autonomía personal.