El nuevo delegado territorial de la ONCE en Castilla-La Mancha, Carlos Javier Hernández, ha pedido hoy el apoyo de todos para que esta organización pueda seguir dando «la oportunidad» a los discapacitados visuales de ser personas «activas y productivas» y «no una carga para la sociedad».
Carlos Javier Hernández, de 48 años, regirá los destinos de la ONCE en Castilla-La Mancha durante los próximos 4 años, junto a José Martínez, que repite en su responsabilidad de presidente del Consejo Territorial, tras las elecciones celebradas en esta organización el pasado 22 de enero.
Ambos directivos han sido presentados hoy en Toledo por el vicepresidente del Consejo General de la ONCE, José Luis Pinto, quien en su discurso se ha mostrado orgulloso de que actualmente esta organización pague casi 70.000 nóminas todos los meses y de que durante el periodo de crisis comprendido entre 2008 y 2014 haya realizado 41.073 contratos a vendedores del cupón y el resto de productos de juego, de los que 4.901 fueron indefinidos.
Precisamente, de estas 4.901 personas que lograron un empleo estable, 156 están radicadas en Castilla-La Mancha, aspecto que ha subrayado el nuevo delegado territorial, para quien la ONCE «nos da la oportunidad de ser personas activas y productivas», y no «una carga para la sociedad», momento en el que ha recordado los tiempos en que a las personas ciegas se las consideraba «inútiles».
En este sentido, Hernández ha pedido el apoyo de toda la sociedad para atender las necesidades de los 2.870 afiliados de la ONCE en Castilla-La Mancha, a los que «tenemos que acercar los servicios sociales, de rehabilitación y educación para que sigan siendo productivos, porque la sociedad los necesita», ha aseverado.
También ha reclamado respaldo «político, judicial y policial» para lograr que quienes «utilizan la imagen de las personas con discapacidad» de forma fraudulenta y ya han sido sancionados por ello por el Ministerio de Hacienda «dejen de vender en las calles».
Por su parte, José Martínez, reelegido como presidente territorial de la ONCE, ha resaltado que, entre sus retos para estos próximos cuatro años, destaca «trabajar con ilusión y compromiso para estar más cerca de los casi tres mil afiliados en la región y garantizarles calidad, calidez y solución a todas sus necesidades».
También se ha comprometido a representar a este colectivo ante los poderes públicos «sin que nos tiemble la mano para defender nuestros derechos» y ha sentenciado: «ni un paso atrás en nuestros derechos, queremos estar los primeros, nos lo merecemos».
En otro momento de su discurso, Martínez ha subrayado que la ONCE seguirá tejiendo «alianzas» con las asociaciones del tercer sector, con el Cermi como aglutinador de muchas de ellas, e «irá de la mano» de las instituciones y del Gobierno regional «porque queremos -ha dicho- ser parte de la sociedad como uno más, con los mismos derechos y las mismas obligaciones».
Por su parte, Antonio Cebollada, que deja el testigo a Carlos Javier Hernández, tras 24 años en la ONCE, 8 de ellos en Castilla-La Mancha, ha tenido palabras de agradecimiento, en primer lugar, para su familia por la «comprensión» que han tenido hacia su trabajo y, en segundo lugar, hacia las autoridades «por ser tan sensibles a la hora de atender nuestras reivindicaciones».
Cebollada se ha mostrado «especialmente orgulloso» de que el cupón de la ONCE haya sido «embajador» en muchas ocasiones de la cultura y el patrimonio castellano-manchegos, lo que ha posibilitado que los monumentos y museos de esta región hayan podido ser contemplados en todas las calles y plazas de España.
Al acto, han asistido numerosos representantes del mundo de la discapacidad, como el presidente del Cermi, Luis Perales, y algunos políticos, como el delegado de la Junta en Toledo, Fernando Jou, y las concejalas de Bienestar Social, Ana Saavedra, y Accesibilidad, Maite Puig, además de responsables militares, como el general director del Museo del Ejército, Juan Valentín-Gamazo de Cárdenas.