Amparo Carrión, directora general de Gestión Económica del Sescam.
El nuevo Hospital de Toledo tendrá menos metros cuadrados respecto al proyecto inicial, pero contará con una cartera de servicios más amplia y con más recursos hospitalarios, entre ellos, un 20 % más de camas, un 133 % más de locales de consultas externas y un 122 % más de puestos de hospital de día.
Estos datos los ha aportado la directora general de Gestión Económica del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), Amparo Carrión, durante una visita a las obras del futuro hospital con motivo de la publicación, ayer, en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM) de los pliegos para la licitación del proyecto.
El nuevo Hospital Universitario de Toledo, de 225.000 metros cuadrados, se ha proyecto teniendo en cuenta que el 64,8 por ciento de la cirugía programada se hace en régimen ambulatorio y, además, la tasa de crecimiento de la población es negativa.
«Tener más metros no significa tener más salud ni tener más servicios», ha afirmado Carrión, quien ha apuntado que a la superficie del nuevo hospital hay que sumar los espacios del Hospital Virgen del Valle; el Provincial; los centros de especialidades de Illescas, Ocaña, Torrijos y Toledo, y el Hospital Nacional de Parapléjicos.
El futuro hospital contará con una mayor cartera de servicios, entre ellos, cirugía torácica, oncología radioterápica, medicina nuclear, radiofísica hospitalaria y hospitalización breve de psiquiatría.
Además, se va a integrar la atención psiquiátrica urgente con el conjunto de las urgencias del hospital.
El centro hospitalario contará también con mayor número de camas y tendrá «reforzado ampliamente todos los recursos que tienen que ver con la actividad ambulatoria».
En este sentido, la directora general de Gestión Económica del Sescam ha detallado que el nuevo hospital tendrá 760 camas frente a las 635 actuales; 25 quirófanos frente a los 15 actuales; 147 locales de consultas externas frente a los 63 actuales; 52 gabinetes para exploraciones y pruebas complementarias frente a los 23 actuales (un 126 % más), y 82 puestos de hospital de día frente a los 37 actuales del Virgen de la Salud.
Ha indicado, no obstante, que la empresa que se haga del centro podrá modificar las cifras siempre que respeten ese «mínimo» establecido por el Sescam.
En total, el Complejo Hospitalario de Toledo contará, una vez finalizado el nuevo hospital, con 1.095 camas, 39 quirófanos, 325 locales de consultas externas, 79 gabinetes y 148 puestos de hospital de día.
«El objetivo de la Consejería ha sido dotar a la provincia de Toledo de una oferta sanitaria y asistencial tanto en tecnología como, en recursos y en servicios sanitarios completa y suficiente para atender tanto las necesidades actuales como futuras de los ciudadanos», ha aseverado Carrión.
El plazo para finalizar las obras del nuevo Hospital Universitario de Toledo es de 18 meses desde que se haya adjudicado el proyecto, proceso para el que se establecen hasta tres meses una vez que haya finalizado el plazo de presentación de ofertas, el 30 de septiembre.
Carrión ha explicado que se optó por este modelo de adjudicación teniendo en cuenta la necesidad de construir un nuevo hospital, pues el anterior fue construido en 1965, y el nuevo escenario económico en el que es necesario poner especial atención a los criterios de estabilidad presupuestaria.
Ha defendido que es un modelo desarrollado «ampliamente» en España y Europa, y ha recalcado que los servicios sanitarios serán públicos y sólo se externalizarán los no sanitarios.
En total, serán diez servicios los incluidos en la explotación de la concesión, como limpieza, centralita, seguridad y archivo pasivo de historias clínicas, la mayoría -ha afirmado- ya externalizados en el resto de hospitales de la región.
La directora general de Gestión Económica del Sescam ha explicado que la Junta no pagará las obras hasta que la empresa concesionaria no las haya finalizado, por lo que los recursos actuales disponibles para éstas se pueden «destinar a otras necesidades sanitarias».
«El hospital se va a pagar a lo largo del tiempo por los usuarios que utilicen esa obra», ha afirmado Carrión, quien ha señalado que el coste de las obras que quedan por ejecutar es de 157 millones, a los que hay que sumar 37,5 para otros aspectos como la construcción de una subestación eléctrica y los 103 millones ya invertidos.
La fase de explotación, ha continuado, será de 28 años y medio, y se prevén inversiones de 78 millones de euros para realizar un plan de renovación.
Además, se establece un canon fijo en concepto de mantenimiento del edificio y otro variable que abarca los servicios no asistenciales a pagar por la Junta a lo largo de 30 años, de 10,7 millones anuales y de 39,5 millones, respectivamente.