El obispo de Guadalajara, Atilano Rodríguez, ha considerado hoy que la renuncia del papa Benedicto XVI refleja su «amor» a la institución religiosa, al haber descubierto que «sus fuerzas físicas no son las adecuadas para seguir con la tarea que le ha sido encomendada» al frente de la iglesia.
Rodríguez ha explicado en declaraciones a Efe que la renuncia del Sumo Pontífice le ha pillado por sorpresa, aunque ha añadido que, una vez conocidas las causas de la misma, considera la decisión como un acto de responsabilidad.
Además de lo inesperado de la noticia, el obispo de Guadalajara ha querido hacer hincapié en el aspecto novedoso de la renuncia, ya que ha recordado que es la primera que se produce en el seno de la Iglesia desde la Edad Media.
Sobre la decisión de Benedicto XVI, ha destacado su actitud al reconocer «su debilidad» para seguir dirigiendo la iglesia.
También ha valorado que el papa ha dejado un rico magisterio y un importante bagaje para el futuro.
En este sentido, ha resaltado de su mandato su preocupación por la nueva evangelización que tiene que impulsar la iglesia, a la que dedicó un sínodo en octubre y que dio lugar a un consejo pontificio propio, así como su interés en la unión de la fe con la razón y la ciencia.
De cara a la sucesión, Atilano Rodríguez se ha mostrado cauto y ha afirmado que, en este momento, es imposible conocer el perfil de la persona que vaya a tomar el relevo de Benedicto XVI en el Pontificado.