El obispo de Sigüenza-Guadalajara, Atilano Rodríguez, recientemente nombrado director de Cáritas Española, ha opinado que la atención a las personas necesitadas no es solo responsabilidad de la Iglesia sino de toda la sociedad.
En declaraciones a Efe, Atilano Rodríguez ha valorado que «la preocupación por los demás no tiene que ser solo una exigencia evangélica sino fruto de la vivencia de la fraternidad en el seno de la sociedad y esto compromete a todos sus miembros».
Ha señalado que la función fundamental de Cáritas Española es «mostrar el amor de Dios a través de las personas» y «denunciar aquellas situaciones de injusticia, pobreza y carencia que requieran la colaboración de las instituciones civiles».
El principal reto al que debe hacer frente la organización, a su juicio, «es continuar atendiendo las situaciones de pobreza y necesidad por las que pasan tantas personas actualmente».
El obispo de Sigüenza-Guadalajara ha reconocido que desde que comenzó la crisis la actividad de Cáritas se ha incrementado en la atención a las necesidades primarias de alimentación, vestido y vivienda de nacionales y extranjeros que, por la falta de trabajo, se ven abocados a pedir ayuda para alimentar a su familia.
«Esperemos que en el futuro haya un resurgir de la economía que ayude a la creación de puestos de trabajo para que la actividad caritativa de la iglesia, que nunca debe faltar, también disminuya», ha deseado.
El objetivo «de cara al futuro» de su acción al frente de Cáritas será, ha apuntado, «implicar a toda la comunidad cristiana en la actividad caritativa de la Iglesia porque cada cristiano debe sentirse responsable de la necesidad, pobreza o enfermedad de sus semejantes».
Una implicación, ha añadido, que no debe limitarse a la ayuda material sino que «implica la donación y entrega de uno mismo» en el servicio a los demás «en estos momentos en que vemos que existen muchas necesidades como consecuencia de situaciones de enfermedad, soledad o falta de sentido en el que se encuentran muchas personas».
Monseñor Rodríguez ha sustituido en Cáritas al obispo de Barbastro-Monzón, Alfonso Milián, ante su próxima jubilación, y se encontrará, según señala su web, una organización con unos 65.000 voluntarios que trabajan en una red de 6.000 Cáritas parroquiales, 68 Cáritas diocesanas y sus correspondientes Cáritas regionales.
«Mi misión será acompañar la reflexión de los miembros de Cáritas nacional e iluminar desde la doctrina social de la Iglesia y el Evangelio aquellas decisiones que se vayan tomando», ha subrayado.
Ha explicado que la actividad caritativa de la Iglesia se realiza de un modo concreto en las diócesis y que desde Cáritas Española se coordinan actuaciones y se realizan análisis de la realidad social y de pobreza en nuestro país para buscar las soluciones más adecuadas.
Aquí, ha resaltado el trabajo de los servicios centrales, los Consejos generales y las comisiones nacionales de Cáritas Española para responder a los problemas que se plantean en el momento actual.
Rodríguez ha desvelado que en estos días está manteniendo las primeras reuniones con los responsables de Cáritas nacional «para tomar contacto con la realidad más inmediata» de su funcionamiento, un trabajo que «asumo con el gozo de poder colaborar con los cristianos que asumen la actividad caritativa de la Iglesia».
Ha concluido estar dispuesto a acudir a cualquier diócesis que solicite su colaboración «para aportar la reflexión sobre la actividad de Cáritas y la orientación de cara al futuro».