«El objetivo final es la supresión total del trasvase en un plazo razonable de tiempo», dice el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Aranjuez, que explica las alegaciones del municipio al plan de cuenca del Tajo, que consideran un acuerdo de mínimos.
El Ayuntamiento de Aranjuez, gobernado por el PP, pide que el caudal mínimo del río Tajo a su paso por la localidad sea de 10,5 metros cúbicos en lugar de los 6 establecidos actualmente, una cifra que pretenden que se incluya en el nuevo plan de cuenca del Tajo y en el Plan Hidrológico Nacional.
Esta es la reivindicación más importante que hará el Ayuntamiento de Aranjuez para su inclusión en el plan de cuenca del Tajo, cuyas líneas principales se han pactado entre el Ministerio de Medio Ambiente y las cinco comunidades autónomas afectadas.
«Esta cifra no es un capricho, está basada en informes que ha realizado el propio Ministerio de Medioambiente, que aseguran que el caudal para garantizar unas condiciones adecuadas para el río debe ser de 10,5 metros», explica a Efe el concejal de Medio Ambiente de Aranjuez, José González.
El concejal, no obstante, considera positiva la parte del memorándum que establece que no se podrá trasvasar agua a otras cuencas si las reservas de los pantanos de cabecera se encuentran por debajo de los 400 hectómetros cúbicos.
«El objetivo final es la supresión total del trasvase en un plazo razonable de tiempo», dice a Efe el concejal, que puntualiza que «hasta que esto suceda debemos seguir siendo solidarios con otras regiones que necesitan agua».
El Ayuntamiento reclama más cambios además de la reivindicación de que se establezca en 10,5 metros cúbicos por segundo el caudal mínimo del Tajo. «Lo que se ha aprobado en el memorándum es un acuerdo de mínimos entre el Ministerio de Medioambiente y cinco comunidades autónomas, pero nosotros vamos más allá», concreta José González.
«Pretendemos que se incluyan nuestras peticiones en el nuevo plan de cuenca del Tajo y en el Plan Hidrológico Nacional, que tendría que aprobarse en 2015», añade.
A estas reivindicaciones, habría que sumar la garantía de que la dinámica fluvial del Tajo sea acorde al año hidrológico, «lo que permitirá la persistencia de los bosques de ribera y la vegetación y flora de los sotos ribereños», según explica.
Además, el Ayuntamiento solicita la adopción de medidas compensatorias, como la puesta en marcha de un Plan Integral de Restauración de los ríos Tajo y Jarama que englobaría la realización de dragados en algunos tramos, la erradicación de isletas vegetales en medio del cauce y la limpieza de ambos márgenes, así como una restauración de la vegetación de la ribera y la vega del Tajo.
A ello se uniría la adecuación de zonas aptas para el uso público, como pasarelas, sendas, escuela de pesca, playas y mejora de instalaciones deportivas como la piragüera.
También se ha solicitado la catalogación de ambos ríos como Reservas Naturales Fluviales, recuperándose las zonas de baño, algo que no es factible con la actual calidad del agua.
El futuro de las comunidades de regantes también preocupa al consistorio ribereño, por ello solicitan que se reparen los canales y acequias por parte de la Confederación Hidrográfica del Tajo, ya que esto garantizaría la pervivencia de la agricultura local.
Todas estas peticiones las ha tramitado el Equipo de Gobierno Local en forma de catorce alegaciones que se han presentado al borrador del nuevo Plan Hidrológico Nacional y al Plan de Cuenca del Tajo.