El vecino de Puertollano José Antonio Jiménez, de 56 años, que lleva ocho días en huelga de hambre, ha dicho que, si después de haber entregado más de 2.000 currículos y llevar ocho días sin comer, nadie le da trabajo, deduce que le «están dando patente de corso para delinquir».
Instalado en la Concha de la Música del paseo de San Gregorio de Puertollano, ha dicho a Efe que si no encuentra un empleo después de la huelga de hambre, el último recurso que le queda es la mendicidad o la delincuencia.
«Ni los empresarios a los que les envié mi currículo ni los políticos a los que también se lo he dejado me han respondido a mi petición, aunque estos últimos, si hubieran mostrado alguna voluntad, ya se habrían dirigido a mí», ha lamentado Jiménez.
El subsidio de personas mayores de 55 años tampoco es la solución, según Jiménez, porque con esa ayuda no tendría ni para pagar «las tres cuartas partes de la hipoteca», y menos para alimentar también a su familia.
Después de ocho días y rodeado de carteles con frases solidarias a su protesta y alusivas a su reivindicación, desde la pequeña tienda de campaña donde duerme asegura sentirse bien, y con unos niveles de tensión arterial y de glucosa aceptables, según le indican unos amigos médicos que le visitan frecuentemente.
Ya ha perdido algunos kilos y masa muscular, y para sobrellevar su posición reivindicativa bebe al día hasta siete litros de agua, con sales minerales, lee e intercambia su experiencia a través de las redes sociales» .
«Tengo un tremendo subidón, porque no para de visitarme gente y no dejo de recibir mensajes de apoyo», ha dicho el desempleado, que anoche recibía la visita de unas sesenta personas que, rodeándole con velas y las manos enlazadas, leyeron un comunicado de apoyo a este hombre, padre de tres hijos, que iniciaba su protesta el pasado domingo 17 de junio.
Desde entonces, junto a él se puede leer una frase que preside el espacio que ha ocupado, y que dice «Y al pueblo quién lo rescata».
Jiménez se ha mostrado muy satisfecho con los gestos de solidaridad y apoyo de la gente, y con la trascendencia que ha tenido su actitud, ya que «incluso medios de comunicación extranjeros» se han puesto en contacto con él.
Jose Antonio Jiménez, que ha trabajado en diferentes empresas de obra civil, espera deponer su actitud en cuanto reciba una oferta de trabajo, «aunque no sea relacionada con la profesión que ha realizado hasta ahora».