El Plan de Emergencia Social de la Diputación de Ciudad Real, dotado con tres millones de euros, ha permitido atender con una inversión de 1.348.637 euros en el primer semestre de este año a un total de 9.401 solicitudes cursadas por 5.734 familias, lo que suponen 23.000 personas beneficiarias.
Así lo ha dado a conocer hoy el presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero, en rueda de prensa, quien ha explicado que las ayudas se conceden en base a las modalidades de carácter excepcional o de primera necesidad.
El presidente ha reconocido ante los medios de comunicación que «lamentablemente tiene que mantenerse en los presupuestos» estas ayudas porque, «aunque lo deseable es que no fueran necesarias», la institución ha constatado en que la mejoría de la situación económica y la bajada del paro aún no es suficiente, por lo que muchas familias precisan ayuda para cubrir sus necesidades más básicas.
Se ha referido, en este sentido, a la compra de alimentos, de productos de limpieza, medicinas o pago de facturas de luz.
«La situación de empobrecimiento que se ha producido en los últimos años es tan grande que, aún mejorando la coyuntura económica y los datos del paro, sigue habiendo familias con muchas necesidades», ha dicho, para precisar seguidamente que el volumen de demandas varía en la provincia en función de si existen o no campañas agrícolas.
Por tanto, se trata de ayudas que se conceden con rapidez en un momento concreto para que los más necesitados puedan vivir con dignidad.
Se atiende un momento de emergencia, no se trata, en opinión de Caballero, de generar situaciones de dependencia y a los beneficiarios se les exige un mayor grado de responsabilidad en su vida familiar y en la atención a sus hijos, si es preciso.
Caballero, que ha estado acompañado por la vicepresidenta de la Diputación de Ciudad Real y alcaldesa de Argamasilla de Calatrava, Jacinta Monroy, ha agradecido la colaboración de los servicios sociales de los pueblos, que son quienes detectan los casos de necesidad.