El PP ha asegurado en la Asamblea Regional de Murcia que su partido «puede asumir» el aumento de las reservas hídricas para el trasvase Tajo-Segura hasta los 400 hectómetros cúbicos, y ha pedido que el trasvase se garantice por ley y quede fuera de los planes hidrológicos de la cuenca del Tajo.
Así lo ha defendido el diputado del PP Alberto Garre, a través de una enmienda a la totalidad que su grupo ha presentado contra una moción del grupo socialista para pedir al Ejecutivo murciano que elabore un plan de alegaciones contra la propuesta del citado plan hidrológico.
Garre ha asegurado que en la memoria anual del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura se considera aceptable elevar las reservas mínimas en cabecera de los 240 hectómetros cúbicos actuales a los 400, y ha mostrado el apoyo de su partido a ese colectivo y al de los agricultores murcianos.
Además, ha subrayado que en «escasísimas ocasiones» las reservas en cabecera se colocan por debajo de los 400 hectómetros cúbicos, ya que su media anual se sitúa en los 600 hectómetros cúbicos y, en todos los casos, estará garantizada la llegada de agua a la región.
En su opinión, es necesario que el trasvase Tajo-Segura tenga «rango de ley», y así lo ha pedido al Ejecutivo «de acuerdo con lo recogido en el memorándum» que firmaron los Gobiernos de la región y la Comunidad Valenciana con el Ministerio de Agricultura y Agua, con el que se pretenden fijar determinados acuerdos sobre el trasvase.
Ese memorándum, ha indicado, apoya que el trasvase quede fuera del plan hidrológico de la cuenca del Tajo y no sea esa confederación hidrológica la que tenga competencia para decidir sobre él.
El mantenimiento del trasvase, ha subrayado, es un «asunto de solidaridad nacional», ya que gracias a esas aguas la región aporta unos 5.000 millones de euros al PIB nacional.
LA «MUERTE» DEL TRASVASE
El diputado del PSOE Manuel Soler, de quien ha partido la iniciativa del debate, ha considerado que la propuesta del nuevo proyecto del plan hidrológico de la Cuenca del Tajo para elevar las reservas mínimas a 400 hectómetros cúbicos, podría suponer la «muerte» del trasvase, porque «en época de sequía impedirá que lleguen a la región aguas del trasvase».
El diputado ha criticado que años atrás el PP se opuso a esa medida, mientras que ahora considera que el trasvase quedará garantizado, y ha advertido de que en los últimos diez años, con una medida como esa, la región no habría recibido agua del Tajo aproximadamente la mitad de ellos.
Ha reconocido que el anterior presidente castellano-manchego, el socialista José María Barreda, «no era amigo del trasvase», pero ha subrayado que «jamás un gobierno socialista le permitió lo que ahora el Gobierno central permite a María Dolores de Cospedal«, la actual presidenta de esa comunidad.
En cuanto al memorándum, Soler se ha mostrado a favor, dado ya que cuenta con el respaldo de los regantes, aunque no porque tengan confianza en los firmantes, y ha lamentado que no se haya dado a conocer y se pida a su partido hacer un «acto de fe y apoyar algo que es secreto».
«EL TEATRO DE LA GUERRA DEL AGUA»
En cuanto a IU-V, su diputado, José Antonio Pujante, se ha abstenido en la votación, al considerar que el debate de hoy es un paso más en «el teatro de la guerra del agua» en la que su partido no está dispuesto a embarcarse porque «está perdida de antemano».
Sobre el memorándum, ha criticado que no solo no se ha publicado ni es conocido, sino que «no tiene rango de ley» ni es ninguna «propuesta en firme» para solucionar los problemas sobre este asunto.
En su opinión, en materia de agua es necesario hacer un «planteamiento racional» en el que se aúnen los intereses de la Región de Murcia con los de Castilla-La Mancha y el resto de los territorios, que deje atrás el «paripé de la guerra del agua».