El portavoz de Sanidad del Grupo Socialista en las Cortes de Castilla-La Mancha, Fernando Mora, ha calificado la propuesta del nuevo Hospital de Toledo de «fiasco», no en vano afirma que «el Hospital propuesto es más pequeño que el ya hay», refiriéndose al Virgen de la Salud, por lo que ha vuelto a pedir la dimisión del consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz. Y lo considera un «fiasco» por sus dimensiones y prestaciones, que el PSOE considera insuficientes para Toledo y Castilla-La Mancha en el presente y en el futuro.
Mora ha criticado la reducción propuesta en el Plan Funcional para el nuevo Hospital de Toledo en un 2/3 respecto del proyecto inicial, máxime cuando los socialistas consideran que el tamaño del inicialmente propuesto por ellos estaba justificado. Al respecto, según los datos manejados por Mora, «la media nacional de número de camas por habitante es de 3,44, cuando la media regional actual es de 2,23 y la de Toledo, 2,26».
Según Mora, la dimensión del viejo proyecto «era de iguales dimensiones a los de los hospitales que se han hecho en España en los últimos años».
Mora también ha censurado el hecho de que no se sepa nada aún de la financiación del proyecto cuando «antes estaba garantizada». De hecho, cree que se «ha perdido». Al respecto, afirma que estaba solucionada con los 205 millones del Banco Europeo de Inversiones, los 150 del BBVA y los 52 de la Junta. «El Hospital era una necesidad palpable, de hecho el PP no ha desechado la idea», ha dicho.
Preguntado si sabe si hay consignación para el nuevo Hospital en los Presupuestos de 2013, ha dicho que no. «Lo quieren sacar a concurso para que una empresa lo construya, gestione y financie por unos años», ha explicado Mora, quien afirma que el modelo propuesto es igual que el del Hospital General de Vigo, acerca del cual asegura que la empresa que lo hace tiene problemas de financiación, por ello el gobierno gallego estaría recurriendo al BEI, «algo que aquí estaba solucionado», apunta.
«ES REALMENTE UN MODELO PRIVADO»
Mora cree que, aunque el Gobierno de Castilla-La Mancha habla de un modelo público-privado para el nuevo Hospital de Toledo, «es realmente un modelo privado».
Y para demostrar la denunciada reducción del proyecto inicial, Mora ha aportado los siguientes datos sonsacados del Plan Funcional, «encargado a una empresa que no tiene nada que ver con la gestión de la sanidad regional y a la que se le han pagado 60.000 euros», sostiene.
Según estos datos, «el nuevo Hospital tendría 580 camas, el 24 por 100 individuales, por las 619 camas del Virgen de la Salud, mientras que el viejo proyecto tenía 804». Además, «el Hospital ahora propuesto tiene 97 consultas, por 105 del Virgen de la Salud y 164 del anterior proyecto; 14 quirófanos tiene el nuevo, por los mismos del Virgen de la Salud y 30 en la anterior propuesta; 38 unidades de cuidados intensivos tiene el nuevo proyecto por los 113 del anterior; y 29 gabinetes de exploración de urgencias en el nuevo proyecto por 56 del anterior».
Por otro lado, Mora se ha referido a la red hospitalaria contemplada en el Plan Funcional, que para él, «la venden como tal para suplir las carencias». Sobre esto, ha afirmado que las unidades de traumatología y rehabilitación y cirugía plástica irán a parar al Hospital de Parapléjicos, acerca de lo cual considera que «se pondrá en cuestión un centro de referencia nacional en el tratamiento de lesiones medulares».
También ha asegurado que las unidades de oftalmología y psiquiatría pasarán a los hospitales del Valle y el Provincial.
«El PP dice que por la crisis no va a aumentar la población, como si fuese eterna, y cada vez habrá más mayores que tendrán más necesidades sanitarias», ha afirmado para justificar las dimensiones del anterior proyecto y criticar las dimensiones del nuevo.
Por último, Mora ha estimado el coste del nuevo Hospital en más de 360 millones de euros, de los que 108 «ya están pagados», cree que el Hospital Virgen de la Salud está desechado del nuevo proyecto, considera que habrá que hacer obras en el Hospital Provincial y el de Parapléjicos y que los futuros gestores «no destruirán nada, solo usarán una parte del anterior proyecto, «del que estaba terminado el 100 por 100 menos el edificio de mantenimiento».