El PSOE de Castilla-La Mancha ha pedido al Grupo Parlamentario Popular en las Cortes que «reconsidere» la postura de votar en contra, en el pleno del jueves, de crear una Comisión de Investigación sobre el servicio de urgencias en los hospitales de la región y en el de Toledo, en particular.
Así lo ha solicitado en rueda de prensa la vicesecretaria y portavoz del PSOE de castellanomanchego, Cristina Maestre, quien ha reconocido que «teníamos la esperanza de que la apoyaría y esperamos que de aquí al jueves reconsidere su posición» toda vez, ha añadido, que «están pasando cosas muy graves en la urgencias de nuestros hospitales» que ha achacado a «los recortes».
«Lo que no puede ser es que Cospedal le de una patada en el estómago a los intereses de los ciudadanos», ha lamentado Maestre, quien ha recordado «el gesto despreciativo», con el abandono de concejales del PP en distintos plenos municipales «cuando padres de niños con cáncer les pedían ayuda».
A juicio de Maestre, «la vida humana, la salud de los ciudadanos» es lo más importante «y no podemos consentir que Cospedal imponga que tengamos en Castilla-La Mancha hospitales propios de otros tiempos u otros países, subdesarrollados».
En la misma comparecencia, la vicesecretaria socialista ha lamentado que el PP «está faltando al respeto» de su formación, a la que «está ignorando», al no informarle de «la hora, el momento, el lugar y el día» para consensuar la reforma de la Ley Electoral y, con esta medida, «imponer el pucherazo».
Según Maestre, el PP «dice de boquita que quiere hablar con el PSOE para consensuar un texto, pero los hechos dicen lo contrario y este Gobierno quiere acordar la ley, utilizando las Cortes, para imponer una reforma a su antojo, interés y conveniencia» porque, ha vaticinado, «Cospedal sabe que va a perder las elecciones en 2015».
«No nos ha planteado ni una sola propuesta», ha asegurado Maestre, quien ha redundado en que Cospedal presenta la Ley «por la puerta de atrás, que pase lo más desapercibida posible, para no tener que explicárselo a los ciudadanos, sin consensuar con nadie una distribución de escaños que haga que gobierne Castilla-La Mancha incluso sin ganar las elecciones».