Cristina Maestre, portavoz del PSOE de Castilla-La Mancha, ha pedido a la presidenta de la comunidad autónoma, María Dolores de Cospedal, que cuente «qué pactó hace una semana, en una reunión que tuvieron en Génova, en la sede del PP, con los regantes de Murcia y de Valencia».
Reunión que Maestre ha calificado como una prueba más de «la deslealtad de Cospedal. Se consuma su traición a Castilla-La Mancha. Es la venta y liquidación de Castilla-La Mancha a los intereses del PP, no hay más lectura», en relación al borrador que se ha conocido de lo que pudiera ser el nuevo Plan de Cuenca del Tajo. Un borrador que la portavoz socialista ha definido de la siguiente forma: «Cospedal ha puesto precio de venta a los intereses socioeconómicos de los castellanomanchegos».
Porque, entiende, «se consagra la permanencia del trasvase de agua al Levante, piensan que los castellanomanchegos son tontos. Es la deslealtad, la traición de Cospedal que tanto nos temíamos que se iba a materializar en este borrador».
E insistía en sus argumentos: «En este borrador no han tenido en cuenta a los castellanomanchegos, tampoco a los partidos políticos, a los agentes sociales, a los regantes, a los agricultores… Es un borrador ridículo, penoso, que no beneficia a esta región».
Por lo que entiende que es fruto «del acuerdo al que ha llegado con el presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, y ha cerrado a toda costa ese acuerdo para consolidar sus aspiraciones políticas, porque de otra forma no se puede entender. Rebaja a la mitad las exigencias del primer borrador hecho por los técnicos en 2011″.
Maestre ha afirmado que el trasvase Tajo-Segura «se queda igual, se va a seguir trasvasando agua, consagra ese trasvase, los 400 hectómetros cúbicos de exigencia mínima son ridículos y mentira, es mentira que se pueda cumplir si no se aumenta el caudal mínimo de los ríos».