El secretario de Estado de Medio Ambiente, Pablo Saavedra, ha asegurado que el trasvase Tajo-Segura «está más fuerte y tiene más garantías jurídicas de pervivencia ahora que al principio de la legislatura».
Sus manifestaciones se han producido en Lorca, donde ha visitado las obras de instalación de una tubería de 28 kilómetros que conectará el agua de una desaladora en Águilas con el regadío del Guadalentín, y donde ha defendido que el Gobierno central «ha trabajado para robustecer y fortalecer» el acueducto Tajo-Segura.
Saavedra sostiene que el agua desalada «es un recurso complementario que ayudará a mitigar de forma temporal la falta de agua del trasvase» en la actual «situación difícil» que afecta a la cabecera del Tajo por la sequía y ha recordado las ayudas aprobadas la semana pasada para abaratar el precio del agua desalinizada a los regantes murcianos.
El secretario de Estado ha defendido que el Ejecutivo central ha «apostado muy fuerte y hecho un esfuerzo enorme» para acometer durante esta legislatura la planificación hidrológica del país, que ha definido como premisa necesaria «para poder abordar una política del agua en condiciones».
Esa política nacional del agua, según ha avanzado, «será consensuada y fruto de un gran pacto nacional entre todas las fuerzas políticas y el territorio» en el futuro.
Ha advertido de que la política de trasvases también requiere infraestructuras para que sea efectiva y por ello ha elogiado el trabajo del Gobierno para «sanear la situación de los presupuestos del agua» en España «que era bastante alarmante» a principio de la legislatura que ahora acaba.