El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha concluido en su informe que la espuma registrada en el río Tajo a su paso por Toledo se ha debido al aumento brusco del caudal por las lluvias de los días 12 y 13, si bien que no descarta que se produjera también algún vertido urbano.
El informe del Seprona relativo a la «aparición de gran concentración de espumas aparecidas en el río Tajo en el término municipal de Toledo», fechado hoy y al que ha tenido acceso Efe, concluye que la producción de espumas se ha debido al aumento del caudal del río por las «abundantes lluvias» de los días 12 y 13 de octubre, que ocasionaron un arrastre de materias depositadas en la cuenca fluvial.
Ello, sumado a la no turbinación de la subestación eléctrica de Safont y el paso del agua por los saltos habituales del río «han provocado una fuerza no habitual en la corriente» y el abatimiento de las aguas que, con la ayuda de la bajada de la temperatura de ésta, «ha proliferado la formación de las citadas espumas».
El Seprona no descarta que todo ello pueda haber sido ayudado por la «aportación de algún vertido urbano», lo que está siendo investigado por el Seprona y por los Servicios de Vertidos de la Confederación Hidrográfica del Tajo.
El informe relata que las actuaciones comenzaron el 15 de octubre, cuando se recibieron varias llamadas al teléfono 062 en las que se alertaba de la aparición de «una espuma muy concentrada por encima de la capa hídrica y que pudiera indicar un vertido sobre el río Tajo».
Como consecuencia de estas llamadas, acudieron al lugar efectivos del Equipo de Protección de la Naturaleza (Eprona) de guardia, quienes comprobaron que aguas abajo del puente de Alcántara de Toledo existe una «azud con gran desnivel» donde se observa la aparición de espumas, que se van deshaciendo en un trayecto de unos 200 metros y vuelven a aparecer en el siguiente salto de agua, pero con menor intensidad, de forma que la acumulación de espuma es menor según se avanza en la dirección de las aguas.
Ante estas circunstancias, el Eprona y el guarda fluvial de la Confederación Hidrográfica del Tajo realizan una inspección tanto en la zona indicada como aguas arriba, por si pudiera deberse a algún vertido directo al Tajo, lo que dio resultado negativo, «salvo en la zona de vertido del arroyo Aserradero, donde se comprueba que sigue existiendo el vertido de aguas fecales sin depurar, hecho ya conocido por la autoridad competente», señala el informe.
Además, el guarda fluvial indica que no tiene conocimiento de que existan parámetros de contaminación a destacar aportados por la estación de muestreo permanente de la Red de Sistema Automático de Información de Calidad de las Aguas (Red Saica) existente en el tramo de Safont.
No obstante, esta estación sí señala una crecida importante de caudal en el río debido a las lluvias de los días 12 y 13 de octubre, además de una disminución de la temperatura del agua.
El día 16 de octubre, los agentes también realizaron un servicio preventivo en el tramo del río donde se había producido la incidencia y también aguas arriba, si bien ese día se observó una «mínima concentración de espumas en el río a su paso por la ciudad de Toledo y siempre ubicadas en los saltos de agua».
Ayer, los agentes volvieron a inspeccionar el río y no observaron «ningún aumento en la existencia de espumas ni de otros vestigios que indiquen algún tipo de vertido», mientras que en su visita a la sub-estación eléctrica de Safont comprobaron que ésta no se encuentra en funcionamiento, lo que «pudo influir en el aumento de caudal y en a elevación de la fuerza del agua».
Además, visitaron la subestación eléctrica de Higares, donde se obtuvieron las mediciones de caudal del río, que ayer era de 25 metros cúbicos por segundo, si bien el 13 de octubre se habían llegado a los 44 metros cúbicos por segundo y «constatando que en los días anteriores a las precipitaciones, el caudal era de 20 metros cúbicos por segundo».
También el técnico de aguas del Ayuntamiento de Toledo aportó información en relación a un aumento considerable de concentración de amonio detectado por la estación Saica del Puente Largo del río Jarama, en Aranjuez, los días 12 y 13 de octubre, por si pudiera ser de interés para la investigación de las causas del caso actual.
Por su parte, los técnicos de la CHT toman muestras en el vertido del colector del arroyo del Aserradero, por «si pudiera tener relación directa con este episodio».