El proyecto «El sueño de un niño soldado» de la ONG «Sonrisas y Montañas», cuya sede está en Miguelturra (Ciudad Real), marcha bien, según su fundador, José Luis Romero. Este proyecto consiste en recaudar un mínimo de 10.000 euros para construir un colegio en el Congo, en la región de Kivu, en el oeste de aquel inmenso país, a fin de luchar contra el secuestro de niños soldados. Ya han obtenido 3.000 euros.
Romero y su organización llevan ya 3.000 euros recaudados, o sea que van bien, máxime cuando la construcción del colegio está prevista para el próximo 1 de septiembre. José Luis Romero, ultrafondista, va a continuar con la recaudación participando entre el 25 y el 27 de julio próximos en un triple ironman en Lensahn, al norte de la ciudad alemana de Hamburgo.
Para que nos hagamos una idea, cada uno de los ironman a los que se va a enfrentar Romero va a consistir en 12 kilómetros a nado, 540 de bicicleta y 126 corriendo. Dispondrá de 58 horas para acabar la triple prueba. Romero tendrá un «pico» en su preparación el próximo 6 de julio, poco antes del triple desafío, en el ironman de Francfurt.
En cuanto a la financiación, los particulares aportan 12 euros, los colegios 540 y las empresas, 126. La ONG «Sonrisas y Montañas» ha recaudado lo que lleva hasta ahora por medio de festivales, carreras solidarias y otros actos benéficos.
«Sonrisas y Montañas» canaliza el proyecto «El sueño de un niño soldado» a través de la ONG riojana «Coopera», que ya lleva ocho años trabajando en el Congo. De hecho el proyecto de la ONG miguelturreña se enmarca en el de «Coopera» consistente en edificar 12 colegios, de los que ya lleva cinco, en pleno funcionamiento.
Romero explica que las escuelas sirven efectivamente como elementos disuasorios para los señores de la guerra, que reclutan a los chavales por la noche, entrando en las casas y secuestrándolos. También secuestran a las niñas para destinarlas a esclavas sexuales de los soldados. «Al estar más vigilados y contener a más gente, los colegios les disuaden de esas prácticas», asegura Romero.
Según la ONG hoy hay 300.000 niños soldados en el mundo. La extensión de la República Democrática del Congo es parecida a la de Europa. Los señores de la guerra usan a los niños además como mercenarios bélicos, o sea, al mejor postor. El Congo, como los países limítrofes, «está constantemente en guerra», afirma Romero, que hace dos semanas comprobó que el gobierno de aquel país no permitía la entrada a los extranjeros.