El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha cifrado el éxito del próximo año que está a punto de comenzar en tres metas colectivas: la recuperación económica y del empleo, el aumento de los servicios públicos y sociales -esencialmente la educación y la sanidad-, y en el retorno de nuestra autoestima como sociedad y los valores comunes que siempre han caracterizado a esta región.
Así lo ha indicado durante el mensaje de Año Nuevo que ha dirigido desde Cuenca a todos los vecinos y vecinas de la región, a quienes ha deseado «de corazón» y sin formalismos «lo mejor para el próximo año, empezando por recordar a quienes ya no están con nosotros, especialmente a quienes han fallecido al servicio de la sociedad».
Según informa la Junta en nota de prensa, García-Page se ha mostrado ilusionado ante el futuro «lleno de esperanza y posibilidades que tenemos por delante», un futuro para el que se ha comprometido a trabajar «poniendo todo lo que dependa de mí», con el objetivo de que le vaya bien a España y a Castilla-La Mancha. «Y nos irá bien si entre todos intentamos que así sea», ha garantizado.
En este sentido, ha apuntado que, lo primero y más urgente, es «que vaya bien la economía», y ha recordado que España y Castilla-La Mancha «ya saben lo que es triunfar, y haber creado empleo y riqueza por encima de nadie. Ya saben lo que es pasar de una situación atrasada a una España moderna». Por ello, ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para «cambiar lo que no funciona, pero respetando y conservando aquello que es de todos». Asimismo, ha advertido que el camino de crecimiento y recuperación «debe ser para todos y no sólo para unos pocos», y que solo se logrará con puestos de empleo digno.
«Pero si lo primero es crecer y crear empleo, ha añadido el jefe del Ejecutivo autonómico, lo segundo y tan importante como lo primero es saber para qué queremos crecer». Así, García-Page ha abogado por un necesario reparto con quienes peor lo pasan, al tiempo que ha advertido que «no podremos ser una sociedad avanzada y moderna si no utilizamos lo que crecemos y creamos para repartir, sobre todo, con la gente que más lo necesita».
En este sentido, ha lamentado que después de estos años «haya mucha gente que necesita mucho. Por ello hay que priorizar a quienes tienen problemas de vivienda, de empleo y, en definitiva, de supervivencia». Y para atajar esta diferencia «sería muy bueno revisar lo que me hemos hecho aquí desde 1978, cambiando cosas pero sin romper otras», ha añadido. De esta manera, ha garantizado el «cuidado y mimo de lo que es de todos» como la sanidad, la educación pública y los servicios sociales, «porque sin eso no seríamos una sociedad competitiva o productiva».
Asimismo, el presidente regional ha puesto el acento en «recuperar los modales y el afán por llevarnos bien». Si bien es sano y necesario discrepar y dialogar, ha manifestado, «es necesario saber de dónde venimos para poder saber a dónde vamos. Por lo tanto, aprovechemos las experiencias del pasado para vivir en concordia y sigamos sumando libertad, democracia e igualdad», ha apuntado.
Finalmente, y antes de recordar a los castellanomanchegos que 2016 tendrá una gran importancia turística y cultural con el Año Cervantes, una efeméride que en esta región «vamos a celebrar de una manera esplendorosa y útil», García-Page ha mostrado su satisfacción por haberse encontrado a su llegada a la Junta de Comunidades «con una sociedad que, en lugar de estar resignada, lo quiere es emprender un camino de recuperación de nuestra autoestima y nuestros valores».
Por ello, el presidente regional ha buscado una vez más la complicidad de la sociedad castellano-manchega para que «seamos ejemplo de honestidad y de buena política. Que sigamos siendo ejemplo, como lo hemos sido en el pasado, de la lucha contra la violencia de género, o de transparencia en los bienes públicos de los políticos», porque lo que pasa en Castilla-La Mancha es observado desde fuera, ha recordado.