Hoy, 22 de marzo, se celebra el Día Mundial del Agua. Una jornada en la que, por fin, Castilla-La Mancha tiene mucho que celebrar, porque, tras demasiados años de demagogia y abuso de una «guerra del agua» que nunca existió, hemos podido demostrar que los problemas de los recursos hídricos en España tienen solución; eso sí, una vez abandonados los enfrentamientos estériles y oportunistas, y habiendo sido capaces de alcanzar acuerdos que permitan gestionar correctamente este recurso con posición firme y solvente.
Precisamente, considero que tenemos mucho que celebrar un día después de que el Consejo de Ministros haya aprobado un crédito extraordinario de 124 millones de euros para el Plan de Actuaciones Prioritarias en materia de agua en las demarcaciones del Júcar, Guadalquivir y Tajo, y Castilla-La Mancha haya resultado beneficiada con la respuesta a reivindicaciones históricas.
Como presidenta de Castilla-La Mancha quiero compartir con todos los ciudadanos la satisfacción de haber obtenido una planificación hidrológica en las siete demarcaciones que afectan a nuestra región basada en el bien común; una planificación en la que ha primado el beneficio de todos y un generoso sentido de Estado.
La negociación ha permitido que Castilla-La Mancha se salde con un resultado notablemente positivo, pues contamos con 460 hectómetros cúbicos más de agua y con destacadas inversiones para llevar a cabo las infraestructuras necesarias para poder utilizarla de manera eficaz. Todo ello permitirá un crecimiento económico y social sostenible, compatible con el buen estado ecológico de las masas de agua.
Gracias a los acuerdos alcanzados en la planificación hidrológica que discurre por nuestras cuencas, concretamente, en las de los ríos Tajo y Segura, aprobadas ya por el Consejo Nacional del Agua, Castilla-La Mancha va a tener garantizada el agua suficiente para afrontar el presente y abordar el futuro, incluso en épocas de sequía, porque esta garantía pasa también por haber logrado una regulación de las decisiones adoptadas que otorgan mayor seguridad jurídica a las partes implicadas. Antes, eso no estaba garantizado y ahora sí.
El broche de oro en estos planes llegó con el logro histórico alcanzado a través de un pacto entre las cinco comunidades autónomas, Madrid, Murcia, Valencia, Extremadura y Castilla-La Mancha, para conseguir que el agua no sea un factor que limite el desarrollo de nuestra tierra y, por el contrario, nos permita establecer políticas de desarrollo sostenible, garantizando la atención de todas las necesidades de agua en todos los municipios.
Así, hemos conseguido que se establezca una reserva estratégica de 400 hectómetros cúbicos en los pantanos de cabecera de la región, lo que supone un incremento de casi el doble de la cantidad de agua en reserva que contábamos hasta ahora de 240 hectómetros cúbicos. Gracias a la reserva de agua recogida en el borrador del Plan de Cuenca del Tajo se garantiza el suministro de agua a más de un millón de personas en Castilla-La Mancha y proporcionará agua suficiente para más de 158 hectáreas de riego, lo que evidencia un enorme salto cualitativo para avanzar en el desarrollo económico de nuestra región.
Y, por primera vez en la historia, Talavera de la Reina disfrutará de su río, con un caudal mínimo de 10 metros cúbicos por segundo. De esta forma, la ciudad de la cerámica recupera su río y la esperanza de crecimiento.
A esto habrá que sumar el resultado final de la planificación del Júcar, del cual tuvimos un positivo avance hace escasos días porque también el borrador de este plan contempla más agua para la región y recoge importantes conclusiones que podrán solventar los problemas de agua, no solo en Castilla-La Mancha, sino en todo el Levante español.
Los castellano-manchegos somos solidarios, pero queremos disfrutar del agua que pasa por nuestra tierra, porque el agua es vida. La posibilidad de que nuestro medio rural pueda abastecerse y disfrutar de este recurso de forma adecuada, sin necesidad de cisternas en época estival, como ocurría antes, supone un impulso y una oportunidad inigualable para nuestra comunidad.
Hoy el agua está garantizada para todos los castellano-manchegos, a pesar de aquellos que pretenden ensombrecer esta gran noticia, adoptando una postura irrespetuosa con la razón y con la lógica. Con el trabajo de todos, la colaboración de los agentes sociales y el fruto de las negociaciones entre comunidades autónomas, estamos completando una planificación hidrológica que tenía que haber estado lista en 2009 porque el Ejecutivo anterior fue incapaz de acometer, mientras que el actual Gobierno ha activado en menos de dos años.
Desde el Gobierno de Castilla-La Mancha estamos haciendo todo lo posible, junto con el resto de España, para conseguir un Pacto Nacional que culmine en un Plan Hidrológico que resuelva los problemas del agua en España, buscando siempre la conciliación de todos los intereses.
Sólo con una gestión eficaz, responsable, y defendiendo de una manera armónica e intensa los intereses de nuestra región, Castilla-La Mancha tiene garantizado su futuro.
María Dolores Cospedal. Presidenta del Gobierno de Castilla-La Mancha