Las anécdotas que acumula una oficina de turismo de Toledo, que es Patrimonio de la Humanidad desde hace 25 años, son numerosas y variopintas, desde preguntar el lugar de la ciudad para ver «mejor» el mar hasta qué calle tomar para llegar a la Alhambra, el Escorial, el Acueducto o la prisión de Alcatraz.
La segunda oficina de turismo que más visitas recibe de Toledo es la situada en el edificio del Ayuntamiento, con más de 111.000 visitas durante el año pasado y 4.000 solamente en el pasado puente de Todos los Santos.
César del Puerto y Óscar Carbajo son dos de los ocho trabajadores permanentes de esta oficina de turismo y han explicado a Efe el día a día de su agenda y las curiosidades que encierra un trabajo «enriquecedor» por lo que tiene de apertura a distintas culturas.
Desde qué lugar de Toledo se ve ‘mejor’ el mar, qué calle tomar para llegar al Escorial, la Alhambra, el Acueducto (de Segovia) e incluso la prisión de Alcatraz y qué museo expone Las Lanzas, de Velázquez, son preguntas que se acumulan en el anecdotario de esta oficina de turismo.
«Muchos hacen un recorrido por toda España y, en pocos días, visitan muchas ciudades, como Toledo, Granada, Sevilla, Barcelona… y al final por mucho que controlen un país pierden la noción del espacio y del monumento que quieren visitar», asegura César del Puerto.
A veces se producen situaciones menos agradables, como la turista extranjera que entró en la oficina preguntando por su marido (que según dijo había llegado momentos antes) y estuvo seis horas esperando, sin éxito, a que él regresara.
A menudo les preguntan lugares para localizar exteriores de películas o documentales, y también hay muchos turistas que quieren recorrer calles que han visto en películas como ‘Te doy mis ojos’, ‘El rey pasmado’ o ‘Viridiana’, entre las muchas rodadas en Toledo.
Los americanos atraídos por la heráldica preguntan por edificios que lucen, o esconden, determinados escudos, y los grupos de empresa se acercan a la oficina de turismo para conocer respuestas a las «gymkanas» culturales que les plantean.
Los visitantes llegan a Toledo atraídos por todo lo que encierra una ciudad con más de un centenar de monumentos declarados Bien de Interés Cultural (BIC), pero, sin ninguna duda, la figura de El Greco, la Catedral, la judería, el símbolo de ‘las tres culturas’ y los conventos son la referencia incuestionable de la ciudad.
«Es muy curioso, sobre todo, lo de los franceses y El Greco. Ellos dicen que en el colegio no estudian ni a Velázquez ni a Goya…, siempre El Greco. Yo creo que desde los años 60 y 70 empezaron a llegar profesores, que quedaron fascinados y lo han inculcado a las siguientes generaciones», asegura César del Puerto.
En este sentido, confían en la masiva afluencia de visitas a Toledo en 2014, coincidiendo con el IV centenario de la muerte de Doménico Teotocópulos.
Los turistas que más acuden a esta oficina proceden de Francia, Estados Unidos, Alemania e Italia, y últimamente han empezado a llegar desde Brasil, Argentina, Rusia y China.
En el caso de los turistas japoneses, que a diario se ven en grupos numerosos por las calles de Toledo, no suelen acudir a la oficina de turismo porque llegan con viajes organizados.
De España llegan, sobre todo, desde Madrid, Valencia, Cataluña y País Vasco, y en cuanto a edades acuden jóvenes, familias, grupos de amigos y adultos de más edad que repiten su visita a Toledo o aprovechan que sus hijos son mayores para conocer esta ciudad.
La crisis económica no se ha notado de momento y hay personas que «sacrifican» viajes internacionales en favor del turismo nacional, algo que favorece a Toledo, que goza de una estratégica ubicación en el centro de la Península, a menos de media hora de Madrid en AVE.
La ‘hora punta’ del día en esta oficina de turismo se sitúa entre las doce de la mañana y la hora de comer, y en cuanto a época del año, hay mayor demanda en primavera y otoño -aunque últimamente también en verano- y, sobre todo, durante el Corpus y la Semana Santa.
César del Puerto y Óscar Carbajo coinciden en que los visitantes llegan a Toledo «con una actitud muy positiva, con ganas de disfrutar», y Carbajo añade que Toledo es una ciudad «en movimiento», con numerosas actividades culturales que propician que siempre haya algo nuevo que conocer y ofrecer al turista.
Toledo acogerá el próximo 25 de noviembre una Noche en blanco con motivo de la celebración del XXV aniversario de su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.