La Casa de Piedra de Alcolea del Pinar (Guadalajara), que Lino Bueno excavó en una roca del pueblo entre 1907 y 1935, está en venta ante la imposibilidad de la familia para atender el Museo y abrirla al público como les gustaría.
«Nos vamos haciendo mayores y no podemos abrirla como antes para que la gente la visite, por eso la hemos puesto a la venta por si la compra alguien o se quiere hacer cargo alguna administración», explica a las puertas de la Casa Lino Bueno, de 76 años, el nieto más joven del autor de la casa y con el que comparte nombre.
«Mi abuelo comenzó a construir la casa el 19 de marzo de 1907, con 54 años, en sus horas libres y con un pico como única herramienta ante la incredulidad de los vecinos del pueblo que pensaron que estaba loco y que no lo iba a hacer», relata a Efe.
«Con su buena cabeza y mucho trabajo», según dice, Lino Bueno fue horadando la roca para hacer una primera estancia «donde se metió a vivir con cinco hijos en cuanto pudo».
A esta siguieron, en orden, otra habitación que se transformó en recibidor, la cocina con su chimenea, una recocina con fregadero y desagüe a la calle abierto en la roca, una cuadra en el semisótano con puerta independiente para los animales y el dormitorio principal en la segunda planta.
En total, entre 100 y 120 metros cuadrados que pudieron ser más porque la muerte sorprendió a Lino Bueno a los 82 años cuando continuaba picando para hacer otra habitación de cuyo diseño se perciben trazas.
«Esto no se parece en nada a una cueva, es una casa muy luminosa, orientada al mediodía, con balcones y ventanas en todas las estancias y más de 1,80 metros de altura», destaca Bueno para quien su abuelo fue «un adelantado a su tiempo que cuidaba de la higiene de la casa y porque entrara la luz y el aire».
El rey Alfonso XIII conoció la casa en 1928 en una visita que hizo junto al general Primo de Rivera y tras la que concedieron a Lino Bueno la Medalla de Bronce del Mérito al Trabajo y en 1978 fueron los reyes don Juan Carlos y doña Sofía los que realizaron la visita «quedando ambos perplejos ante la gran obra».
Desde su construcción, la Casa de Piedra ha atraído visitantes de toda España que han sido atendidos por los familiares de Lino Bueno y su intención es que siga siendo así bajo la propiedad o administración de otras personas.
Por este motivo, se ha puesto en venta «porque la casa cerrada no gana nada».
El precio que han puesto a la obra de su abuelo es de 1,5 millones de euros «negociables», y Lino Bueno no descarta contar con un tasador «que sepa lo que vale esto» para fijar «un precio justo» que satisfaga a las partes.
Otra posibilidad que no descarta la familia es que una administración se haga cargo de la gestión de la Casa-Museo «llegando a algún tipo de acuerdo y que ellos lo organizaran mejor, con horarios, entradas y alguna persona para enseñar la casa».
«Aquí se dejó la vida el abuelo y nos duele que esté cerrada, viene gente a verla y es una faena que no pueda hacerlo porque es único en España, pertenece a otra época y sigue admirando que un hombre con un pico y sin estudios pudiera hacer algo así, solo por eso merece visitarse», concluye el nieto de Lino Bueno.