El partido ecologista Equo ha reclamado una moratoria de trasvases hasta que se superen los 900 hectómetros cúbicos en los embalses de cabecera del Tajo para garantizar que «tenga un caudal ecológico adecuado».
En rueda de prensa celebrada en Talavera, junto a miembros de la Plataforma del Tajo de Toledo y Talavera, el co portavoz federal de Equo, Juan López de Uralde, ha explicado que esta es una de las alegaciones que su partido ha presentado al Plan de Cuenca del Tajo.
Un documento que, en su opinión, «necesita ser revisado» para cumplir con la Directiva Marco del Agua, pues de lo contrario, ha estimado, «no servirá más que para agravar la situación dramática que vive el Tajo».
Para López de Uralde, el Plan de Cuenca debería contener, además, un plan especial de control de vertidos y depuración de aguas con el fin de «garantizar la calidad».
Asimismo, Equo ha pedido en sus alegaciones una valoración ambiental del impacto del actual trasvase, ya que, como ha señalado su coportavoz federal, «las condiciones ambientales están cambiando y la pluviometría no es la misma que cuando se diseñó el trasvase».
Finalmente, López de Uralde ha solicitado que se lleve a cabo la planificación necesaria para «garantizar la cantidad y calidad de aguas fluviales y cumplir los objetivos medioambientales de los espacios protegidos en la red Natura 2000».
Por su parte, Miguel Ángel Sánchez, portavoz de la Plataforma en defensa de los ríos Tajo y Alberche de Talavera, ha agradecido que «por fin un partido político de ámbito nacional dé la cara y se posicione respecto a la situación del Tajo».
Según Sánchez, «el Plan de Cuenca es una lápida para el río, que viene a darlo por muerto, sin posibilidad de recuperarlo hasta el año 2027» y, por ello, ha asegurado que van a ir en su contra y también en contra del memorándum con el que se pretende que «el 100 por 100 del agua de la cabecera del Tajo se vaya por el trasvase».
El portavoz de la plataforma ha pedido responsabilidades a los Gobiernos regional y local porque, a su juicio, «nos están robando el río otra vez y el Gobierno de Castilla-La Mancha está mirando hacia otro lado».