El personal que viaja en el avión medicalizado enviado por España a Liberia para repatriar al sacerdote Miguel Pajares, infectado por el virus del Ébola, decidirá sobre el terreno si también traerá a la monja de origen guineano con pasaporte español Juliana Bohi, que no padece la enfermedad.
Así, lo ha indicado hoy en rueda de prensa la directora general de Salud Pública, Mercedes Vinuesa, quien ha explicado que Juliana Bohi continúa sin síntomas de haberse contagiada pero que, ante la petición de expatriación de la ONGD a la que pertenecen los religiosos, se estudiará «in situ» si procede su traslado.
«Es una circunstancia que no conocemos con exactitud. Hay que llegar allí, a Liberia, y conocer la situación y la disposición», ha recalcado antes de añadir que si la monja viaja finalmente con Pajares «podrá venir con todas las garantías», porque el avión que se traslada hasta el país africano está preparado para más de una persona, tanto con recursos materiales como humanos.
Vinuesa, que ha señalado que el avión aterrizará mañana en Madrid «como punto de entrada» designado por el reglamento sanitario, ha agregado que «la seguridad está absolutamente garantizada para toda la sociedad y todos los españoles».
En este sentido, la directora general ha subrayado que todas las partes implicadas están en contacto permanente para llevar a cabo la repatriación del sacerdote «de la mejor manera posible y más adecuada» para garantizar su salud y que esté «en las mejores condiciones».
No obstante, ha precisado que un proceso de repatriación en un país como Liberia «no es un asunto que se hace en poco tiempo».
A su llegada a Madrid, Pajares será traslado al antiguo Hospital Carlos III de Madrid y se le instalará en un pabellón de aislamiento que cuenta con habitaciones de presión negativa con un circuito especial de entrada y de salida de los sanitarios y con ducha para antes y después de quitarse el traje de seguridad, según ha decidido hoy el comité de catástrofes externas del Hospital la Paz.
«AQUÍ ESTÁ TODO PEPARADO»
La directora general de Salud Pública ha insistido en que «aquí está todo preparado» y que la Comunidad de Madrid, Sanidad Exterior y los Ministerios de Interior, Defensa y Exteriores están coordinados para activar los protocolos de actuación, que son los marcados por la Organización Mundial de Salud (OMS) y que garantizan un «riesgo mínimo» para la atención de estos pacientes.
Una vez que el avión, un Airbus A310 del 45 Grupo de Ejército del Aire y medicalizado, aterrice en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), Sanidad Exterior se encargará de recibir a Pajares, al que se le trasladará en una ambulancia del SUMMA hasta el Hospital Carlos III.
Vinuesa ha asegurado que los cuidados para atender a este tipo de pacientes «son ampliamente conocidos» por todos los profesionales sanitarios, si bien ha subrayado que «se han extremado mucho más las precauciones para minimizar el riesgo».
Preguntada por la posibilidad de que España solicite a Estados Unidos el tratamiento experimental que ha administrado a los dos pacientes de ese país con ébola, Vinuesa ha recalcado que los protocolos para esta enfermedad son «internacionales y se aplican de la misma manera», y ha señalado que la situación de cada paciente es distinta.
El Airbus, que está habilitado para este tipo de situaciones tanto en la preparación como su posterior desinfección, partió hoy de la base aérea del Torrejón hacia las 13:20 horas y tardará unas seis horas en llegar a Liberia, por lo que no se espera que aterrice allí antes de las 19:00 hora española.
Pajares y Bohi permanecen aislados en el hospital San José de Monrovia, en Liberia, junto a otras cuatro personas de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (OHSJD).