El Cerro del Bú, primer asentamiento conocido del entorno de la capital regional, ha sido el enclave elegido por la Asociación Fotográfica de Toledo (AFT) para la celebración de la quinta edición del «Toledo como nunca se ha fotografiado». En esta ocasión, un grupo de 40 fotógrafos fueron los encargados de iluminar el enclave y los alrededores, utilizando flashes de mano y focos led.
Los flasheadores, distribuidos estratégicamente y con una coordinación horaria perfecta, se dispusieron a iluminar las zonas que normalmente quedan oscuras para sacar a la luz estos lugares que a simple vista permanecen ocultos durante la noche.
Después del laborioso proceso fotográfico en campo en el que hay que tener en cuenta el grado de solapamiento entre tomas, la diferente exposición que requieren los edificios iluminados de la ciudad cuya intensidad llega a más de 1.000 veces superior a la de las zonas oscuras, realizar tomas sincrónicas durante más de 30 minutos y otras en ráfaga para obtener el mayor detalle posible, le llegó el turno a los cinco programas informáticos utilizados que se han encargado de fusionar las casi 800 fotografías tomadas, aplicar en Photoshop decenas de capas, una veintena de máscaras y algunas acciones, dando lugar a una imagen de varios gigas.
El resultado salta a la vista.