Lo ha contado el párroco de Santa Beatriz de Silva, en Toledo, José María Gómez Jané. «A través de una feligresa me llegó la noticia de que había una familia que viajaba a Serbia para llevar ropa térmica a las personas que allí lo están pasando mal, los refugiados».
Este furgón partirá, lleno de ropa térmica para los refugiados, el lunes 23 hacia Serbia.
La feligresa pedía ayuda. Y puesto que el grupo de Cáritas se reunía ese mismo día, la invitó a que lo expusiera públicamente. Lo hizo y la propuesta fue acogida «con cariño, respeto y solidaridad, por lo que se acordó que la ropa se recogería el viernes de 18 a 20 horas».
La noticia se expandió a través de las redes sociales y llegó a mucha gente tanto de Toledo como de la provincia. Por lo que el mismo viernes por la mañana comenzó a llegar tanto ropa como dinero de localidades como Los Yébenes, Menasalbas o Lagartera.
Pero el viernes, entre las seis y las ocho y media de la tarde «fue abrumador. Coches en doble fila aparcados en las inmediaciones de la iglesia, hileras de personas en el patio del centro parroquial para entregar ropa y centenares de bolsas inundando el salón. ¡Nos había desbordado a todos esa respuesta tan masiva y generosa!».
El párroco destaca «el afectivo y efectivo signo de caridad de traer ropa sin pedir explicaciones». Como la respuesta le desbordó, decidió que Cáritas se hiciera cargo de la ropa recogida. Y la furgoneta que iba a llevar la ropa, insuficente también porque no cabían todos los kilos acumulados, será sustituida por un furgón con bastante más capacidad. La ropa que no pueda entrar en el furgó se clasificará y distribuirá debidamente, recalca.
La familia partirá para los Balcanes el lunes 23 de enero.