Es una dura denuncia la que han planteado tanto el sindicato CSI-F como 21 auxiliares de Enfermería del área quirúrgica del hospital Virgen de la Salud, en Toledo. Y dicen que en el centro sanitario «se lavan las manos como Poncio Pilatos».
Las auxiliares están cansadas de la sobrecarga de trabajo que repercute en la seguridad de los pacientes.
El sindicato CSI-F y 21 auxiliares de Enfemería han denunciado en una nota de prensa «la falta de seguridad para los pacientes como consecuencia de las sobrecargas de trabajo a las que se ven sometidas a diario», y ante el escrito que remitieron al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Complejo Hospitalario, «se han lavado las manos como Poncio Pilatos y responden con un escrito que en nada tiene que ver con la solicitud de los auxiliares de enfermería».
En un duro comunicado critican «la falta de seguridad de los pacientes sometidos a intervenciones quirúrgicas urgentes en el hospital Virgen de la Salud de Toledo como consecuencia de las sobrecargas de trabajo continuas a las que se ven sometidas estas trabajadoras en sus jornadas de tarde y noche, los 365 días del año, como consecuencia de la falta de recursos humanos de esta categoría profesional».
Porque, recalcan, estas auxiliares «se ven obligadas, de forma reiterada y a diario, a dejar de realizar sus funciones en los quirófanos de Urgencia para atender trabajos que no le corresponden en su turno de trabajo y que deberían ser cubiertos mediante la contratación de más personal auxiliar de enfermería».
Destacan que estas auxiliares, «debido a su gran profesionalidad, realizan todo cuanto se les ordena y, además, en no pocos momentos, tareas y labores que no se corresponden con su categoría profesional, pero la situación ha llegado a un límite insostenible en detrimento de los pacientes».
Y detallan situaciones vividas: «La situación creada por la dirección gerencia hace que parte de las auxiliares de Enfermería que están trabajando en las cirugías urgentes de tarde o de noche como son traumatología, urología, cesáreas… deben cesar su actividad para atender urgencias de cirugía cardíaca, extracción y trasplante de órganos, dejando reducido a la mitad y obligando a quienes allí quedan a realizar un doble trabajo y esfuerzo, con jornadas extenuantes y agotadoras».
La sobrecarga de trabajo diario, insisten, «las lleva a la extenuación, ya que se tienen que multiplicar para hacer posible que la cadena sanitaria no falle y finalice todo el trabajo. Lo que les está produciendo alteraciones físicas y psíquicas con grave quebranto para la salud».