Los diestros Iván Fandiño y Daniel Luque, que cortaron dos orejas cada uno, salieron a hombros en la segunda corrida de la feria del Corpus, celebrada hoy en Toledo.
Se lidiaron toros de Carlos Charro, primero y quinto con el hierro de Loreto Charro, desiguales de presentación, nobles y bajos de raza. El mejor, el quinto.
César Jiménez, silencio y ovación.
Iván Fandiño, oreja y oreja.
Daniel Luque, oreja y oreja con petición de la segunda tras aviso.
La plaza tuvo casi media entrada.
FANDIÑO MARCA LA DIFERENCIA
Iván Fandiño volvió a dejar claro que su intención es colocarse -y quedarse- en las posiciones cimeras del escalafón de matadores. Y ese mensaje lo transmitió con dos faenas en las que derrochó decisión, firmeza de plantas, ajuste en los embroques y hondura en los muletazos. Importante Fandiño en Toledo.
Daniel Luque acompañó a hombros al torero vasco por una primera faena en la que sorteó las tarascadas del toro al final de sus embestidas, y en la que llevó a cabo un epílogo en las cercanías que conectó con los tendidos.
La faena a su segundo tuvo partes bien diferenciadas: una primera insulsa y falta de hilo argumental, y una segunda, después de ser espoleado por un comentario del tendido, en la que hubo mejor disposición, aunque no demasiada limpieza.
César Jiménez nada pudo hacer con el «rajado» toro que abrió plaza, mientras que con el segundo de su lote brilló en el recibo a la verónica, y también en el último tercio, con una faena en la que hilvanó los muletazos, hundió los riñones con gusto, pero falló a espadas.