«¿Ayudas en casa?» Detrás de esa expresión, ampliamente pronunciada por los hombres, se esconde la ausencia de responsabilidad a la hora de cuidar una casa, de cuidar la unidad familiar. «No hay que ayudar porque las tareas no son puntuales, son rutinarias. Comemos todos los días y hay que limpiar todos los días. No es el tema de ayudar, es corresponsabilidad. Ser corresponsable es una manera de vida, mientras que la ayuda es puntual», explica Azucena Dombriz, secretaria de Igualdad y Políticas Sociales de UGT CLM.
Dombriz es una de las responsables de intentar inculcar esa corresponsabilidad a los hombres a través la iniciativa de «Educando en corresponsabilidad para hombres», más de 100 cursos de formación que UGT – Castilla-La Mancha realizará en ayuntamientos, empresas y centros educativos. Estas actuaciones están enmarcadas en el Plan Corresponsables financiado por el Ministerio de Igualdad, el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha y la Junta de Comunidades . Los hombres son el foco de esta formación. Los datos corroboran sus ausencias a la hora de ocuparse de las tareas domésticas, y también emocionales: el 77,5% de las mujeres hacen las tareas todos los días, frente al 32,9% de los hombres o, de media, las mujeres dedican 2,5 horas más al día al trabajo dentro del hogar.
La formación de UGT irá provincia a provincia. En cada una de ellas han puesto el foco en 10 empresas, 5 ayuntamientos y 5 centros educativos, donde difundirán una guía de buenas prácticas y un cómic para que los jóvenes se conciencien sobre la corresponsabilidad. El recibimiento de la iniciativa es positivo. «Me ha sorprendido. Pensaba que los hombres serían menos receptivos. La mayoría conocen la corresponsabilidad y se muestra corresponsable», reconoce la responsable de Igualdad de UGT. «Lo que más estamos notando es que los hombres no quieren ver la ausencia de corresponsabilidad en la siguiente generación, que sus hijas no tengan parejas no corresponsables», subraya Dombriz.
Cartel de «Educando en corresponsabilidad», de UGT.
Las mujeres soportan una doble o triple jornada
«Si todo el trabajo doméstico recae sobre la mujer es bastante injusto porque la estamos forzando a hacer una doble o triple jornada laboral. Si los hombres no echan una mano, mal vamos», reconoce la secretaria de Igualdad de UGT. El sindicato busca «concienciar y explicar la distribución equitativa de las tareas del hogar», algo que beneficiará a todos los miembros de la familia porque ayuda a tener una «buena gestión del tiempo y una mejor gestión emocional».
Los estereotipos de ‘mujer guardiana del hogar’ y ‘hombre proveedor de dinero’ siguen presentes, algo que dificulta que los roles de género cambien. «La sociedad no está preparada para un hombre cuidador. ¿Por qué no puede ser el hombre quien se ocupe de los cuidados? «Esos roles perjudican a las mujeres», asegura Dombriz. Los datos lo corroboran: el 93% de las personas que reducen su jornada laboral en CLM son mujeres. En muchos de esos casos, la reducción de jornada está destinada al cuidado de hijos y personas mayores.
Cómic de UGT para concienciar sobre corresponsabilidad.
El futuro próximo de esta formación en corresponsabilidad está asegurado. Sin embargo, el asentamiento de los discursos de odio en la política, con un partido ultraderechista con poder institucional, podría suponer un retroceso en las políticas que promueven la igualdad entre hombres y mujeres. «Es verdad que hemos andado, queda mucho por andar y no podemos retroceder en derechos», subraya Dombriz, que asegura que el sindicato siempre estará ahí para defender que todas las personas cuenten con los derechos que les corresponden. «Apuesto a que en todas las familias quieren una corresponsabilidad, incluso aunque digan que no. Volver a los roles antiguos, a lo rancio, no beneficia a nadie y mucho menos a mujeres. Las mujeres quieren ser independientes». Esa independencia, que llevan consigo las políticas en Igualdad, es la que tratan de blindar a través de la corresponsabilidad. Para que ‘ayudar en casa’ no sirva como excusa para obviar que el trabajo más íntimo es compartido.