La pobreza entre el norte y el sur de España se ha acentuado durante los años de crisis económica. Solo en Castilla-La Mancha el número de personas en riesgo de pobreza o en exclusión social asciende a 771.066, las cuales piden ayuda a diversas entidades entre las que se encuentra la ONG de Cipriano González, «el amigo de los pobres de Toledo».
Cada mes Cipriano González, «el amigo de los pobres de Toledo», da a los que más lo necesitan alimentos básicos entre los que no faltan macarrones, lentejas, azúcar o aceite. Unas 3.000 bolsas prepara junto a sus ayudantes, «los hombres de las batas blancas», para distribuir ni más ni menos que 20.000 kilos de comida.
Durante los años de crisis económica la labor de Cipriano se ha conocido cada vez más y hasta sus repartos mensuales se han llegado a desplazar personas de muy diversos puntos de Castilla-La Mancha.
Desde 2008 las diferencias entre el norte de España y el sur se acentuaban y la tasa de pobreza o exclusión social en Castilla-La Mancha aumentaba hasta situarse en el 36,7 por 100.
MÁS DE 700.000 PERSONAS POBRES
En Castilla-La Mancha existen actualmente 771.066 personas pobres, es decir, personas que viven con menos de 8.114,2 euros al año (umbral de la pobreza), según el indicador Arope de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN).
UNA BOLSA DE ALIMENTOS PARA EL MES
Pilar se quedó viuda y con una pensión de 400 euros. Su situación familiar, con su hijo en paro y una hipoteca de 600 euros, la empujó a pedir ayuda. Le hablaron de Cipriano y no dudó en venir desde su pueblo (a unos 30 kilómetros de Toledo) para coger una de las bolsas del «amigo de los pobres». Desde entonces, hace ya siete años, no falta a la cita porque, asegura, con ello «paso el mes».
Como «no tenemos dinero para la gasolina y no podemos hacer varios viajes», ella y unas 20 personas más no han dudado en dormir en más de una ocasión en los coches mientras esperan a que comience el reparto. «En los últimos seis meses hemos esperado en un coche, con mantas, incluso desde las 12 de la noche», indicaba a Encastillalamancha, recalcando que lo hacen «porque lo necesitamos».
Las estadísticas apuntan que hay 146.153 personas en Castilla-La Mancha que tienen una «privación de material severa», mientras que 254.977 personas viven en un hogar «con baja intensidad en el trabajo».
UN TROZO DE PAN DURO Y CHOPPED
Pilar lo tiene claro, sin la ayuda desinteresada de personas como Cipriano y de algunos vecinos de su pueblo no podría hacer frente a su día a día. «El mes que nos toca pagar la luz, imagínese». Su hijo encontró trabajo durante seis meses, pero ahora ya ni tiene empleo ni paro. Ella trabaja una vez al año gracias al ayuntamiento. Cuando le dicen que las cosas están cambiando, asegura que «en mi casa no lo veo».
Mientras espera a que se empiecen a repartir los números para el reparto que comenzará a partir de las 17.00 horas, muestra a Encastillalamancha lo que se ha traído para comer, «un trozo de pan duro y chopped que me dan», al tiempo que explica que no puede acceder a otras ayudas sociales porque «me paso con lo que gano», dice más resignada que disgustada.
Pilar, junto a decenas de personas, seguirán haciendo cola a su pesar en la ONG de Cipriano.