El director general de Carreteras, Jorge Urrecho, y el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, han destacado en Fuencaliente (Ciudad Real) que «el Gobierno central actúa con rapidez cuando hay emergencias como la ocurrida en este municipio con las riadas del pasado 1 de abril».
Así lo han puesto de manifiesto durante la visita que han realizado al tramo de la carretera N-420 en Fuencaliente, cuya circulación quedó interrumpida tras la riada originada por las intensas precipitaciones de la madrugada del 1 de abril, que ha sido reparado y que reabrió al tráfico el pasado 4 de octubre.
Labrador ha destacado el «compromiso» del Gobierno central «con lo que es realmente necesario» como se ve en la rapidez de estas obras «necesarias e importantes» en la N-420.
El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha ha recordado a las dos personas fallecidas en «el lamentable accidente» que ocurrió el 1 de abril al producirse una riada que se llevó varios puentes y parte del trazado de la carretera.
Urrecho y Labrador han estado acompañados por el subdelegado del Gobierno en Ciudad Real, Fernando Rodrigo, y el alcalde de Fuencaliente, Valentín Muñoz, que han coincidido en destacar la celeridad con la que se han ejecutado estas obras declaradas de emergencia el 3 de abril y cuyo presupuesto ha ascendido a 3,9 millones de euros.
Las obras han consistido en la ejecución de cuatro puentes de vigas con un único vano de 35 metros de luz que sustituyen a las tres obras de drenaje dañadas por la riada y a una cuarta, situada aguas abajo.