El Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo acoge estos días a nueve alumnos de la Escuela Universitaria de Fisioterapia de la ONCE, quienes durante dos semanas -del 20 al 31 de enero- realizarán prácticas con pacientes con lesión medular, la que es para ellos una gran oportunidad para acercarse a este tipo de patologías y a los tratamientos que requieren.
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Es el caso de Damián Sanz, un joven castellonense de 23 años, quien se decidió por los estudios de Fisioterapia porque «me gusta comprobar cómo con mi ayuda hay gente que consigue cosas; es algo que me llena mucho». Si bien es consciente de que las cosas están difíciles, mantiene muchas esperanzas en su futuro laboral; asegura que existe demanda de fisioterapeutas y que esta escuela universitaria de la ONCE les da oportunidades, ya sea como becario en esta institución académica o trabajando en las clínicas u hospitales por los que han pasado en el período de prácticas. «Incluso, si decides crear tu propia clínica, te ofrecen un ayuda económica».
Damián, a quien le gustaría especializarse en el tratamiento de deportistas, sabe que va a tener que demostrar mucho para que la gente vea que su discapacidad visual no es un obstáculo; «mi esfuerzo siempre tendrá que ser mayor al de otro fisioterapeuta que no tenga discapacidad». No obstante, «existen muy buenos profesionales con discapacidad visual». «Nuestros ojos son las manos y a través de ellas tenemos como una especie de sexto sentido con el que captamos cosas que tal vez un vidente no puede apreciar; por ejemplo, a través del tacto podemos discriminar más conceptos como la temperatura. Incluso, los que tienen resto visual tienden a cerrar los ojos».
Junto a él, hasta Toledo han venido otros ocho estudiantes del tercer curso de Grado de Fisioterapia procedentes de Madrid, Jaén, Córdoba, Valencia, Burgos, Vizcaya y Portugal, alumnos que realizan estas prácticas gracias a un convenio de colaboración entre el hospital y la Escuela Universitaria de Fisioterapia de la ONCE (la única que existe en España y en el mundo) que se remonta al curso 1985-1986. En los 10 días de formación sobre el terreno, harán un recorrido completo por el servicio de fisioterapia de Parapléjicos, desde sala o UCI hasta hidrocinesiterapia o hipoterapia, siempre con la peculiaridad que tiene este centro hospitalario y es que en él se especializan en paraplejia y tetraplejia.
Aunque hacen prácticas en otros centros e instituciones, tras su paso por Toledo valoran esta formación como una de las mejores. A ello hay que sumar la buena relación que el estudiante suele entablar con el paciente afectado de lesión medular ya que el compartir una discapacidad hace que el vínculo sea especial.
Tras el Hospital de Parapléjicos, continuarán sus prácticas en el Hospital Universitario de La Paz, en el Centro Público de Educación Especial Francisco del Pozo y en la Residencia de Manoteras de la Comunidad de Madrid.
La Escuela Universitaria de Fisioterapia de la ONCE, adscrita a la Universidad Autónoma de Madrid, fue creada en el año 1964, siendo la tercera en adaptarse a la diplomatura en 1985. En la actualidad, tiene implantados los cuatro cursos de grado. Esta escuela está destinada a que ciegos y deficientes visuales afiliados a la ONCE cursen el Grado en Fisioterapia, así mismo realiza los posibles apoyos que puedan demandar los alumnos afiliados que cursen estos estudios en otras universidades. Con el fin de mejorar la formación de los fisioterapeutas afiliados a la ONCE, se programan cursos de posgrado que permiten la actualización en métodos y técnicas de nueva aparición, así como en equipos de última generación.