La futura ampliación del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, en la provincia de Ciudad Real, permitirá incorporar nuevos ecosistemas terrestres que hasta ahora no se encontraban representados en este espacio protegido.
El estudio de ampliación del Parque Nacional, al que ha tenido acceso Efe, pone de manifiesto que la anexión de estos nuevos ecosistemas terrestres, junto con su fauna, flora y suelos, contribuirá a aumentar la biodiversidad de Las Tablas de Daimiel.
La presente propuesta de ampliación del Parque en 1.102 hectáreas hará aumentar su extensión hasta las 3.030 hectáreas de terreno, lo que supone incrementar en un 33 por ciento el espacio protegido.
Según ha explicado a Efe el presidente del patronato de Las Tablas de Daimiel, Sebastián García, tras su aprobación en la comisión mixta de gestión y después de ser informada favorablemente por el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha, la ampliación debe contar con el preceptivo informe del patronato del parque nacional y ser sometida a información pública.
Posteriormente, la propuesta deberá tener el visto bueno del Organismo Autónomo Parques Nacionales y el informe favorable del Consejo de la Red de Parques Nacionales, que finalmente, la remitirá para su aprobación definitiva al Consejo de Ministro.
ENCINAR SOBRE CALIZAS, MATORRAL, TOMILLAR…
La ampliación del parque nacional contempla la anexión de una pequeña, pero excelente, representación de encinar sobre calizas, con un interesante sotobosque de matorral, tomillar, pastizal y formaciones briofíticas y liquénicas, que denotan un suelo bien conservado.
Además, se incorporará la dehesa manchega, con encinas de buen tamaño, donde también se encuentran manchas de quejigo de porte arbóreo que denotan la riqueza que antiguamente tenía el encinar que rodeaba Las Tablas.
Asimismo se asociará al Parque Nacional una interesante y relevante representación de vegetación de depósitos eólicos, junto a praderas de juncales, que incluyen pequeñas poblaciones de senecio auricula subsp. castellanum, una planta característica de los albardinares manchegos catalogada como «vulnerable» en el Catálogo de Especies Protegidas en Castilla-La Mancha.
La biodiversidad del Parque se incrementará, también, con una amplia representación de vegetación nitrófila, en la que se encuentran formaciones de limonium dichotomum, entre otras especies.
En cuanto a la fauna, hasta ahora se restringía a la superficie potencialmente inundable, por lo que los únicos grupos zoológicos presentes estaban asociados, en su mayoría, al ecosistema acuático.
UNA NUEVA FAUNA
La anexión de ecosistemas terrestres hará posible la coexistencia de una nueva fauna así como consolidar las áreas de campeo, reproducción y alimentación de otras especies presentes en el humedal.
La dehesa y las manchas de monte mediterráneo incorporadas, según recoge el estudio técnico de ampliación del Parque Nacional, son una de las áreas más diversas tanto por la riqueza de artrópodos como por la densidad de muchas de sus poblaciones.
Respecto a los anfibios, todas las especies presentes en el humedal se verán favorecidas por la incorporación de las praderas juncales y carrizales perimetrales, lo que incrementará la presencia de sus poblaciones, entre las que destaca la del sapo de espuelas, una especie asociada a los arenales.
En cuanto a los reptiles, las dehesas y manchas de monte mediterráneo permitirán la expansión de especies como el lagarto ocelado o la culebra bastarda, mientras que los arenales incorporados constituirán el hábitat idóneo para la lagartija colilarga.
La propuesta de ampliación aumentará también la riqueza ornitológica del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel con la inclusión de nuevos biotopos que incluyen diversas especies amenazadas características de la llanura manchega.