La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) está convencida que en los próximos meses podrían volver a brotar los antiguos Ojos del Guadiana, las salidas naturales de agua que en los años ochenta daban lugar a la formación del río Guadiana.
La recuperación de los niveles freáticos del acuífero de La Mancha Occidental, favorecidos por el ciclo húmedo que han dejado abundantes lluvias en los últimos años en el centro de España, deja en la actualidad un panorama muy distinto al que se vivía hace tan solo cuatro años en este lugar de La Mancha.
El gran embalse subterráneo del centro peninsular, que antes era conocido como Acuífero 23 y que en los últimos años ha pasado a denominarse de La Mancha Occidental, ha ido acumulando en este tiempo reservas hasta encontrarse a niveles similares de los años 80, en los que el agua rebosa de manera natural en este paraje, dando lugar al cauce de uno de los ríos más importantes de España.
La sobreexplotación del acuífero a partir de los años ochenta, motivada por la extracción descontrolada de agua para riego, dejó una situación desoladora que, ahora, décadas después, está a punto de revertirse.
El comisario de Aguas de la CHG, Timoteo Perea, ha contado a Efe que las previsiones que maneja este organismo, dependiente del Ministerio de Agricultura, son que en los próximos meses el agua podría volver a manar en los «tradicionales» ojos del río Guadiana.
Perea ha asegurado que las muestras de recuperación del acuífero cada vez son más evidentes por la aparición del agua en distintos lugares del cauce del Guadiana, donde ya se están registrando encharcamientos muy importantes, como los del entorno del antiguo molino harinero de Zuarcorta.
En el mes de diciembre, ha explicado, el nivel freático del acuífero había subido 35 centímetros, alcanzando ya la cota topográfica del nivel del terreno de los 612 metros.
Durante el verano, los niveles bajaron casi dos metros por los riegos, pero una vez que concluyeron comenzaron a registrarse de nuevo los ascensos, hasta alcanzar la cota topográfica de los 612 metros.
La Confederación Hidrográfica del Guadiana viene manteniendo que la cota de los 615 metros marcaría el estado de recuperación completa del acuífero, algo que -ha asegurado Timoteo Perea- podría suceder si las precipitaciones continúan siendo «generosas» en los próximos meses.
«Barajamos que si el otoño seguía una curva idéntica a la de años anteriores, a principio del invierno estaría el agua casi en el último ojo. No ha sido así, y el otoño ha sido seco; pero si sigue lloviendo como en las últimas semanas, los niveles de los años ochenta se lograrán recuperar al final del invierno o principios de la primavera», ha comentado.
Perea ha recordado que los últimos metros, los que quedan hasta alcanzar la cota de los 615 metros de nivel, son los más difíciles de recuperar, por la evapotranspiración que se produce en la zonas que ya se encuentran inundadas.
«No es lo mismo que suban los niveles freáticos cuando no sale nada a superficie que cuando ya hay zona encharcadas, porque entonces, se necesita un volumen de agua más grande, para que los niveles piezométricos suban», ha afirmado.
En cualquier caso, ha dicho que el esfuerzo realizado por la sociedad en los últimos años para hacer un uso más razonable del agua, las medidas de gestión y control impulsadas desde la CHG y la condiciones climáticas favorables de los últimos años están permitiendo que se pueda volver a vivir un momento histórico casi desconocido para una generación, que nunca ha visto manar los ojos del Guadiana.