lunes, 25 de noviembre de 2024
13/10/2012junio 13th, 2017

La «víctima» del fotógrafo Pepe Castro es en esta ocasión el actor Juanjo Puigcorbé, al que conoció durante la presentación en Madrid de la película de Alex de la Iglesia «La chispa de la vida». Al fotógrafo le choca mucho ese gesto del actor, consistente en «esas pequeñas arruguitas que aparecen cuando esboza una sonrisa». Y le hace las fotos ya que no puede «desaprovechar esa sonrisa burlona». Reproducimos el relato que hace Pepe Castro de «la previa» de la foto.

Este es el relato que hace Pepe Castro de todo lo que rodeó a su sesión fotográfica con Juanjo Puigcorbé:


«Juanjo Puigcorbé no necesita presentación, ya que creo que debe ser uno de los actores españoles mas prolíficos de los últimos 20 años.

Le conocí en la presentación en Madrid de la película ‘La chispa de la vida’ de Alex de la Iglesia. Recuerdo que hablamos unos minutos en el hotel donde actores y director asistían a un cocktail privado, mientras esperaban para hacer la aparición estelar delante los medios antes del pase. Durante ese trajín conseguí acordar con él que próximamente quedaríamos para someterle a una de mis sesiones de fotos. Por unas cosas y otras, ha tenido que pasar casi un año antes de que podamos volver a encontrarnos, pero por fin lo hacemos hoy.

Hemos quedado junto al estadio Santiago Bernabéu y allí le recojo para juntos en mi coche ir hasta el restaurante, donde comeremos y nos relajaremos un poco antes de dedicarnos a las fotos.

El camino se nos hace corto porque, yo, siempre curioso, tengo mil cosas que preguntarle y él otras tantas que contar. Así, hablando de todo un poco, llegamos hasta el parking, descargo y entre los dos subimos el equipo en un momento. “Hoy, ayudante de lujo”, me dice con sorna uno de los camareros al ver a Juanjo con algunos trastos.

Durante la comida me ha dado tiempo a estudiar un poco sus gestos y me llama la atención uno muy simpático y que me parece muy característico suyo. Son unas pequeñas arruguitas que aparecen cuando esboza una sonrisa. Seguro que haré mas fotos pero voy a intentar pillarle en este.

Como siempre, y tras la excelente comida, me excuso durante unos minutos para poder irme a preparar el escenario. Le dejo bien acompañado con mi amigo Cipri.

-Chicos, voy a prepararme y en cuanto lo tenga listo te aviso, Juanjo.

-Ok, Pepe, aquí te espero.

No hace falta que le avise ya que antes de terminar de montar aparece por allí.

Enseguida termino y le coloco frente a mí, delante de los flashes; mido por ultima vez y empiezo a disparar mi Hassel mientras le sigo preguntando algunas cosas para mantenerle siempre con la mente fuera de la pequeña e inevitable tensión que produce que te acribillen con una cámara.

Después de algunas tomas, aparece esa sonrisa burlona que… no puedo desaprovechar… ¡Click!»

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