En el mes de febrero la Fundación CIEES para la Gestión y Estudio de la Especificidad celebrará su primer aniversario con mucho avanzado. Su objetivo no es otro que dinamizar acciones de interés social y alto valor añadido que favorezcan la restitución de derechos fundamentales en todos aquellos colectivos que pueden sufrir una situación de vulnerabilidad o se encuentran en riesgo de exclusión. Sus patronos fundadores son el Servicio de Capacitación Cecap, el centro especial de empleo Futurvalía y la entidad prestadora de servicios a la juventud Cecap Joven.
Componen cuatro organizaciones muy centradas en las personas con discapacidad, o más bien con «especificidad» -como prefieren denominarla-, que parten de una metodología novedosa en el ámbito de los servicios que hasta ahora se han venido prestando a este colectivo y es que su apuesta pasa por la normalización de la especificidad. «No partimos del diagnóstico de cada individuo sino que estudiamos cada caso concreto, reforzando las capacidades de las personas e intentando mejorar sus puntos débiles, todo esto en un marco de normalización», indicaba Ignacio Ruiz, responsable de Gestión de esta fundación de carácter regional. Se pretende, de esta forma, que la persona sea lo más autónoma posible, «que puedan tomar sus propias decisiones».
Sus actividades tienen mucho que ver con la formación y con la investigación. Sobre este último aspecto, la Fundación CIEES -en la que trabajan siete personas, seis de ellas con especificidad- se ha volcado en investigación social, colaborando con universidades como la Universidad de Castilla-La Mancha, la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, la Universidad de Granada, la Universidad Nacional de Bogotá o la Universidad Diego Portales de Chile. «Hemos conseguido que equipos de investigación se interesen por nuestros proyectos», afirmaba Ignacio Ruiz. La fundación también ha tendido puentes de colaboración con la Alianza Internacional de Gestión Deportiva y la Cofradía Internacional de Investigadores y -a través de acuerdos nacionales- con Alten, La Despensa, Amway y Caja Rural Castilla-La Mancha.
Mediante estos acuerdos han hecho posible desarrollar el concepto de «compra social», de tal forma que presentando una tarjeta certificada por CIEES los establecimientos asociados destinan un porcentaje del beneficio a la financiación de la fundación. «Lo llamamos compra social responsable» y es que una de las mayores dificultades de esta entidad, al no querer recibir subvenciones públicas, es encontrar recursos económicos. «En las empresas encontramos mucha complicidad y valoran lo que estamos haciendo, tienen voluntad por ayudarnos, pero la situación es muy complicada».
Entre sus actividades no hay que olvidar las de carácter cultural -como el Movimiento Diversitas- y de ocio. «Se trata de que los chicos salgan y se diviertan como cualquier joven y que no tengan que recibir un trato especial».
Por todo ello, Ignacio Ruiz hacía un balance muy positivo de un año «en el que hemos hecho muchas cosas».
De cara a 2014 «tendremos buenas noticias en cuanto a investigación y generación de empleo». Sus retos pasan por seguir apostando por I+D; continuar avanzando en empleo y en contratación de personas con especificidad; y por «publicar los avances que vamos realizando».