Recientemente fue reconocido como el mejor vendedor de la ONCE en el año 2015 en Castilla-La Mancha. La organización ha tenido en cuenta para otorgarle esta distinción valores como la cercanía, la simpatía, la solidaridad, la ilusión y el compromiso, también su implicación en la corporación. José María Conejo Escobar tiene tras de sí una gran historia de superación, una historia a lo largo de la que, seguro, ha ido forjando estos valores.
José María Conejo recibiendo el premio al mejor vendedor de la ONCE de CLM.
A sus 51 años, este madrileño afincado en Toledo desde los 18 ha trabajado la mayor parte de su vida laboral en el sector de la hostelería, los primeros 15 años como camarero y después como propietario de un bar en el barrio de Santa Bárbara. Todo le iba bien hasta que su actividad detrás de la barra le empezó a pasar factura en las piernas. Tras un tiempo sufriendo fuertes dolores, finalmente le diagnosticaron osteoartrosis degenerativa en rodillas y tobillos, una enfermedad que a largo plazo hacía tambalear su futuro.
Lejos de acobardarse ante este panorama, José María Conejo ha conseguido siempre salir adelante. «Me he movido mucho y nunca me he arrugado», contaba a Encastillalamancha.es. De hecho, antes de que la enfermedad fuese a más, cerró el bar y puso en marcha una tienda, negocio en el que -no obstante- no tuvo suerte. «También he estado en el Ayuntamiento de Cobisa -donde reside- e incluso picando carreteras; nunca me ha faltado trabajo», asegura.
Viendo que sus dolencias se agudizaban y que el tribunal médico no le iba a conceder ninguna pensión por su discapacidad -«porque en aquel momento ya no trabajaba en lo mío, en la hostelería»-, fue consciente de que tenía que plantearse otra manera de ganarse la vida. Entonces recurrió a la Fundación ONCE, donde le dieron la oportunidad de reciclarse a través de cursos de la entidad FSC Inserta, dedicada a la formación y empleo de las personas con discapacidad.
Hace tres años y medio entró a formar parte de la plantilla de vendedores de la ONCE. En su ámbito de actuación -la Avenida de Mendigorría, la Diputación y San Juan de los Reyes, por las mañanas, y el hipermercado Alcampo, por las tardes-, tiene muchos clientes fijos. Posiblemente la clave de su éxito, y de conseguir unas ventas muy aceptables en tan poco tiempo, es que «siempre hay que tener una sonrisa para todo el mundo», tal y como ponía de manifiesto.
José María -casado y con una hija- solo tiene palabras de agradecimiento para la ONCE. Afirma que es «una gran organización» que «siempre se ha portado muy bien conmigo, tanto el resto de vendedores como los compañeros de las oficinas». Para él ha sido una satisfacción haber sido nombrado mejor vendedor de la región, máxime cuando «llevo muy poco tiempo».
En Castilla-La Mancha, la ONCE cuenta en la actualidad con una red de 620 vendedores, de los cuales 115 están en Toledo.