Los trabajadores de las Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales (BRIF) de Castilla-La Mancha han secundado hoy «en casi un 100%», según la Asociación convocante, la jornada de huelga a la que estaban llamados para exigir, entre otras cosas, su reconocimiento como bomberos forestales.
El asesor de la Asociación de Trabajadores BRIF Alfredo Muñoz ha explicado a Efe que, pese a los elevados servicios mínimos, están muy satisfechos con el seguimiento que ha tenido la jornada de paros, y la concentración ante la sede de TRAGSA en Madrid, donde han acudido cerca de 150 personas.
Muñoz ha lamentado las formas en que se han llevado a cabo esos servicios mínimos, avisando ayer por la tarde al personal que debía cubrirlos.
Tras los encierros realizados en las bases a finales de agosto, Muñoz ha lamentado que precisamente han puesto a cubrir los servicios mínimos «a los trabajadores que se encerraron; debían pensar que los que no estuvieron en los encierros no iban a hacer huelga, o algo así».
Además del reconocimiento de la categoría profesional de Bombero Forestal, Muñoz ha recordado que piden mejoras como la segunda actividad «para que la gente no vaya a la calle cuando no pueda realizar esta labor», y unas condiciones «y un salario digno».
Ha señalado que hace una semana tuvieron una reunión con TRAGSA, empresa a la que pertenecen, en la que les emplazaron a una mesa de trabajo, pero considera que les están «dando largas».
De las diez brigadas que hay repartidas por todo el territorio nacional, dos están en Castilla-La Mancha: en La Iglesuela (Toledo), y la de Prado de Esquiladores, en Buenache de la Sierra (Cuenca), que cuenta con más de medio centenar de trabajadores.