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El último adiós 17/08/2014junio 9th, 2017

El pueblo de La Iglesuela (Toledo), de donde era natural el misionero Miguel Pajares, fallecido por el virus del ébola el martes, ha rendido esta tarde un homenaje a su paisano con una misa funeral y con el deseo de que su mensaje permanezca y se pongan los medios para erradicar el virus.
El acto religioso, celebrado en la parroquia de ‘Nuestra Señora de la Oliva’, ha contado con la asistencia de los tres hermanos del religioso, Emilio, Feliciano y Gregorio, que han estado acompañados por familiares y unos 300 vecinos tanto del municipio como de pueblos cercanos.

Minutos antes del inicio de la misa, Emilio Pajares pidió que las autoridades sanitarias sigan trabajando para erradicar el virus que ha acabado con la vida de su hermano.


«Que no vuelva a suceder algo semejante, que se pongan los medios, que se puedan curar todos, de España, África o de donde sean», recalcó Emilio.

La familia mostró su agradecimiento a los vecinos y al personal médico que ha atendido a Miguel Pajares: «Se han volcado con nosotros, estamos muy emocionados por lo bien que se ha portado todo el mundo con mi hermano y con nosotros», apuntó Emilio.

El hermano del misionero recordó que lo importante es que «quede el mensaje de Miguel» y ha deseado que su hermano «sea el último» fallecido por Ébola.

Los asistentes a la misa funeral abarrotaron la iglesia de La Iglesuela desde media hora antes del inicio y en las puertas del templo todos recordaron a figura del misionero, muy querido por sus vecinos.

«TENEMOS MUCHO VACÍO»

«Tenemos mucho vacío, está el pueblo muy triste» contó una de las vecinas que ha participado en el acto religioso, y que junto a otro grupo de mujeres ha cantado en la misa unos temas musicales compuestos para el funeral.

Ofició la ceremonia el vicario episcopal de Toledo, Eugenio Isabel, quien destacó en la homilía la misión «de especial entrega» que ha desarrollado Pajares en cada uno de sus destinos, y ha resaltado que el sacerdote «se ha entregado hasta el extremo».

El vicario episcopal animó a los asistentes a aprender «de los gestos de generosidad de hombres como el padre Miguel».

También se sumó a la petición de la familia de destinar más esfuerzos para erradicar el Ébola y animó a «pedir al Gobierno un compromiso mayor con los pueblos necesitados».

A la misa funeral del padre Pajares en su pueblo natal asistieron, entre otros, el alcalde del municipio, Víctor Elvira, junto a la Corporación municipal y representantes religiosos como el delegado de misiones en Toledo, Jesús López Muñoz, y miembros de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, a la que pertenecía el religioso.

También participaron integrantes de otras congregaciones religiosas, entre ellas Esther, de las Misioneras de la Inmaculada Concepción, que explicó que colaboró con el misionero toledano en Liberia.

«He trabajado con él en misiones, en el Hospital San Juan de Dios. Estamos tristes por su pérdida», lamentó.

CARMEN RIOLOBOS Y FERNANDO JOU

La familia de Miguel Pajares estuvo arropada también por una representación política encabezada por la senadora Carmen Riolobos, y el delegado del Gobierno de Castilla-La Mancha en Toledo, Fernando Jou.

Riolobos resaltó que el fallecimiento del sacerdote «ha supuesto que nos demos cuenta de la cantidad de misioneros que hay esparcidos por el mundo haciendo una labor muy callada», ha dicho.

También se sumó a la petición de los familiares para luchar contra el virus del ébola, una enfermedad que ha calificado como «terrorífica».

Por su parte, el delegado de la Junta en la provincia, Fernando Jou, puso de relieve el mensaje de entrega a los demás del misionero e indicó que «hoy en África también están de luto».

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