El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández, ha cifrado en 40 millones de euros el coste por la paralización de las obras de los distintos hospitales de la región durante el pasado mandato.
En declaraciones a los medios de comunicación durante la inauguración del XI Congreso de Medicina y Salud Escolar en Cuenca, Fernández ha lamentado esta paralización y ha indicado que la deuda de penalización asciende a casi 17 millones, más otros 23 millones de intereses de demora.
Fernández ha afirmado que, tal y como estaba previsto, la obra del futuro hospital de Cuenca se reiniciará en la segunda quincena de noviembre y ha avanzado también que el Gobierno regional tiene previsto poner en marcha en 2016 las denominadas «escuelas de pacientes», un recurso con el que quieren ayudar a los enfermos crónicos a sobrellevar sus dolencias.
«¿Quién mejor te puede enseñar a vivir con tu enfermedad que los que ya la padecen?», ha inquirido el consejero, que ha puesto como ejemplo la diabetes para explicar que la idea es que los «expertos» ayuden a los nuevos enfermos a vivir de forma saludable con su enfermedad.
Aunque ha reconocido que hay una parte «obligada» de asistencia sanitaria, ha recordado que luego hay un día a día que no se trata en los centros de salud, en el caso de la diabetes «cómo pincharte, cómo llevar una dieta saludable?»
Ha afirmado sentirse muy «ilusionado» con esta iniciativa y ha adelantado que el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) está realizando un mapa de prevalencia de las enfermedades en la comunidad para saber dónde instalar las primeras unidades, en función de las enfermedades más habituales.